Fomento avanza en el AVE al margen de los pactos de Zaplana, Gallardón y Bono
Las obras de mejora de la vía ferroviaria entre Madrid y la Comunidad Valenciana avanzan al margen de los pactos alcanzados por los presidentes autonómicos de las tres comunidades autónomas implicadas. El Ministerio de Fomento ha optado por un trazado vía Albacete para conectar Valencia y Alicante con Madrid y mantiene sus inversiones sin atender al acuerdo alcanzado entre Eduardo Zaplana, Alberto Ruiz-Gallardón y José Bono, que pactaron que los proyectos correspondientes al tren de alta velocidad no serían públicos hasta el mes de septiembre.
La apuesta por el tren de alta velocidad entre la Comunidad Valenciana y Madrid surgió a raíz de las inversiones previstas por Fomento para adaptar las vías a servicios de velocidad alta, que ofrecen prestaciones entre 220 y 240 kilómetros por hora, y que superaban los 200.000 millones de pesetas. Zaplana, en primer lugar, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ruiz-Gallardón, después, se ofrecieron a aportar las cantidades necesarias para adaptar las vías a prestaciones de alta velocidad - entre 300 y 350 kilómetros por hora-, que permitirían conectar Valencia y Madrid en menos de dos horas con un coste estimado en torno a los 500.000 millones de pesetas. El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, se subió al tren hace apenas un mes, cuando firmó un acuerdo a tres bandas para favorecer las obras. El pacto establecía que los estudios previos para establecer el trazado definitivo se publicarían en septiembre. Fomento emitió ayer una nota oficial que recuerda que los presupuestos del Estado para 1999 incluyen una partida de 2.564 millones para sufragar los proyectos necesarios para ofrecer un servicio de alta velocidad entre Madrid y Valencia. Pero las obras de mejora de las vías actuales no se han detenido y condicionan el futuro trazado. Fomento adjudicó el pasado mes de diciembre unas obras de mejora de la plataforma sobre la que debe asentarse la vía férrea entre Albacete y la localidad de Alpera, en la provincia de Albacete, con un coste próximo a los 7.000 millones de pesetas. Las obras no constituyen "un inconveniente para la construcción del AVE Madrid-Comunidad Valenciana", según una nota que difundió la Consejería de Obras Públicas. La nueva plataforma ha sido diseñada con una radio mínimo de 5.000 metros y es adecuada para trenes de alta velocidad. La nota de la consejería afirma que las obras son "perfectamente encuadrables" y "podrían integrarse" en el futuro trazado del AVE. La Consejería de Obras Públicas del gobierno castellano-manchego mantiene la misma versión. "La adjudicación de las obras de la variante de Alpera no obstaculiza el proyecto de AVE", dicen fuentes oficiales. José Ramón García-Antón, consejero de Obras Públicas, se entrevistó ayer con Albert Vilalta, secretario de Estado de Infraestructuras, quien confirmó que la conexión entre Madrid y la Comunidad de Valencia ofrecerá prestaciones idénticas a la conexión entre Madrid y Sevilla. Fuentes de Obras Públicas recuerdan que las obras para mejorar la plataforma de la variante de Alpera, que afectan a 47 kilómetros, fueron licitadas en diciembre de 1997 de acuerdo con el plan director de infraestructuras que había sido diseñado por el último ministro socialista de Obras Públicas, José Borrell. La posibilidad de aportar fondos autonómicos para que las obras de mejora de las vías entre Madrid y la Comunidad Valenciana se tradujeran en un tren de alta velocidad empezaron a plantearse poco después. Las mismas fuentes aseguran que cualquier trazado de alta velocidad entre Madrid y Alicante tendría que discurrir, necesariamente, muy próximo a las conexiones actuales. Fomento insiste en que los estudios definitivos para las obras del AVE se presentarán en septiembre próximo. Y explica que "el ministerio invierte en la mejora de las infraestructuras ferroviarias y seguirá haciéndolo donde sea necesario con el objetivo de mejorar el servicio a corto plazo". Pero el pacto de caballeros para evitar pronunciamientos en favor de un trazado definitivo antes de las elecciones autonómicas, que evita a Bono definirse entre Cuenca y Albacete, no afecta a los acuerdos entre Fomento y Renfe.
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