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Guipúzcoa pone en marcha una novedosa residencia de ancianos

Mikel Ormazabal

La nueva residencia de ancianos Txara II, en el barrio donostiarra de Intxaurrondo, será uno de los centros asistenciales más completos del País Vasco. Además de los servicios habituales de residencia y atención médica y psicológica a personas mayores que sufren deterioros mentales, está dotado con una unidad de "respiro familiar" y otra de "alojamiento polivalente". Una de las principales novedades que presenta Txara II es esa "unidad de respiro familar", un módulo con 20 plazas que estará disponibles durante todo el año. Se trata de un servicio similar a las guarderías infantiles, puesto que se proporciona atención especializada a la persona mayor cuando ésta no puede ser atendida en su domicilio familiar. El diputado de Servicios Sociales, Luis María Bandrés, explicó ayer que esta unidad es "un soporte al programa de apoyo a la permanencia de las personas mayores en su domicilio". Cuando la familia no pueda prestar esta atención -por vacaciones o por enfermedad del cuidador-, la unidad podrá acoger a la persona mayor "durante un periodo corto" de tiempo. Con ello se pretende dar respuesta a las familias que durante un plazo breve tienen que dejar al anciano en este centro. Ingresos en pareja Txara II dedica 51 plazas para el "alojamiento polivalente", otra de las innovaciones que introduce este centro en su programa asistencial. Este novedoso servicio, que permite el ingreso del paciente y su acompañante, conseguirá evitar la ruptura de las parejas de ancianos cuando uno de ellos tenga que incorporarse a una residencia. El objetivo del alojamiento polivalente es respetar las "unidades de convivencia" de los ancianos. Los recursos de Txara II se completan con un centro de día con capacidad para 25 personas y un centro de atención residencial especializada con 75 plazas. Éste será el núcleo residencial de Txara II, donde se centralizarán los servicios comunes y donde se prestará la atención integral a los ancianos. Txara II se inaugurará dentro de un mes y pasarán cuatro o cinco meses, a juicio del diputado Bandrés, hasta que las 171 plazas de esta residencia estén cubiertas. Ayer se formalizó la transmisión de la escritura pública de este edificio, cuya construcción ha sido promovida por el Departamento de Vivienda con una inversión de 950 millones de pesetas (5,7 millones de euros). Con esta operación, la propiedad del inmueble corresponderá ahora a la Diputación de Guipúzcoa, que abonará 622,3 millones de pesetas (3,7 millones de euros) en 20 años. El centro residencial prestará servicio a personas mayores con diferentes grados de dependencia, así como a minusválidos físicos o personas que estén en situación de soledad, aislamiento o falta de autoestima. Está concebido como un centro "polivalente y multifuncional"

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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