Los padres de colegios concertados prefieren la disciplina en las aulas

La disciplina en los colegios es un asunto que sigue dando que hablar. ¿Qué medidas hay que poner en marcha para educar a los niños ante las faltas cometidas en clase? Un informe elaborado por el Instituto de Estudios Avanzados sobre las familias andaluzas ante la educación revela que los padres son partidarios de que los alumnos reciban un correctivo cuando se lo merecen, si bien los encuestados rechazan cualquier castigo físico. De los 2.400 padres entrevistados, sólo un 7,8% está a favor de "un azote a tiempo".

El resto se divide entre los que consideran conveniente imponer castigos, nunca físicos, y los que optan por intentar convencer al niño mediante argumentos razonados. Un 45% y 46%, respectivamente. Los padres están de acuerdo en que se aplique cierto rigor para controlar a los niños en el colegio. En esto no hay diferencias entre los que han elegido centros públicos y los que prefieren los concertados. En cuanto al tipo de disciplina, se pidió a los padres que eligiesen entre la firmeza, un modelo en el que se diga al niño lo que debe hacer, o bien un centro que fomente la autodisciplina, en el que se respete y se tenga en cuenta la opinión de los alumnos. Pues bien, una cuarta parte del total de los padres prefiere la primera opción frente al 75% que opta por el sistema menos autoritario. En este caso sí hay diferencias entre el sector público y el privado, pues mientras el primero se decanta por un modelo menos rígido, el segundo es más partidario de la disciplina firme (un 19% frente al 28% en los concertados). En este capítulo de la disciplina en los centros hay que destacar que los padres de alumnos se muestran contrarios a delegar en el profesor la decisión y ejecución del castigo. Otro de los capítulos que trata este estudio recoge la opinión de los padres respecto a la inclusión o no de la religión en los colegios e institutos. En su mayoría, (alrededor del 60% de los encuestados), aunque varía según los niveles de estudio del alumno, los padres se decantan por conceder a la familia la oportunidad de elegir si quieren que sus hijos estudien religión. En los extremos se encuentran un 18% de padres que considera que la educación religiosa debe ser obligatoria y un 5% partidario de un sistema educativo completamente laico. Existe al respecto una ligera diferencia a favor de la obligatoriedad entre aquellos padres que tienen hijos escolarizados en educación infantil mientras que aumentan las opciones por la participación de los alumnos conforme va avanzando su edad. Por pura lógica, es en los colegios concertados, en su mayoría gestionados por organizaciones religiosas, donde se agrupa el mayor porcentaje de padres que defienden una educación religiosa obligatoria (un 29%), una cifra que se reduce hasta el 14% en los colegios públicos. No obstante, el hecho de pertenecer al sector privado no lleva consigo un deseo de que la religión sea una materia a imponer, pues el 60% de los padres que elige educación concertada está a favor de que las familias puedan elegir.