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RELEVO EN AGRICULTURA

El calculado silencio del presidente

El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha llevado el relevo de Loyola de Palacio de manera absolutamente sigilosa. No comunicó a ninguno de sus colaboradores el nombramiento de Jesús Posada como ministro de Agricultura hasta notificárselo al Rey a las ocho de la tarde. Aznar adelantó a sus colaboradores el pasado fin de semana, en Washington, durante la cumbre de la OTAN, que no iba a repetirse lo que sucedió con su primera remodelación, en enero de 1999. Estaba molesto porque en aquella ocasión se filtraron algunos de los nombres de los ministros antes de comunicárselos a don Juan Carlos. "Esta vez", dijo, "vamos a hacer bien las cosas".Dicho y hecho. Aznar esperó hasta el jueves para notificar el relevo sin comunicárselo a nadie. Lo anunció a las 12 de la mañana, en la rueda de prensa en la que culminó la cumbre hispano-marroquí, sin desvelar ningún nombre. Los representantes de la Secretaría de Estado de Comunicación se limitaron a notificar que se produciría hacia las ocho de la tarde. Cuando se les preguntó si la secretaria de Estado de Comercio y Turismo, Elena Pisonero, sería la sustituta de De Palacio, aseguraron que lo ignoraban.

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El propio Aznar, en un almuerzo con periodistas al mediodía, les pidió también que no dieran por seguro el nombramiento de Pisonero que venía circulando desde hacía días en los medios de comunicación.

Muchas cautelas

El primer paso que dio Aznar fue solicitar a un colaborador que tuviera localizado al presidente de la Comisión de Infraestructuras del PP en el Congreso, Posada. Lo recibió a las 18.15 en La Moncloa. Fue el primero en enterarse.

El segundo fue el Monarca. Aznar adoptó aún más cautelas. Se fue a La Zarzuela, donde estaba citado con el Rey a las ocho de la tarde, sin decir nada a nadie. Desde allí mismo notificó a la Secretaría de Estado de Comunicación que publicara el nombramiento de Posada como ministro de Agricultura. A las 20.20, ese organismo difundía una nota.

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Pedro Antonio Martín Marín, secretario de Estado de Comunicación, telefoneó desde La Moncloa al secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, que se encontraba en el club Siglo XXI, en una conferencia del presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, para notificarle el nombramiento y que se encargara de tramitarlo en el BOE, del que es responsable.

Desde las seis de la tarde hasta ese momento había circulado, a través de la agencia Efe, el nombre de Pisonero. Ni la Secretaría de Estado de Comunicación ni Aznar hicieron nada por cortar la que se demostró como una noticia errónea. En el primer caso, porque no sabían nada. En el segundo, según cuentan algunos, porque le divierten estas situaciones.

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