"Cataluña y Portugal tienen parecidos que no encuentras en la Península"
Rita da Costa (Lisboa, 1972) reside en Barcelona desde 1990. Pregunta. ¿Cuál fue su impresión de esta sociedad? Respuesta. Existen parecidos entre Cataluña y Portugal que no los encuentras en el resto de la Península. Hay afinidades lingüísticas que van más allá de la fonética. Allí se dice cor de burro quando fuge y de Espanha nem bom vento nem bom casamento, y aquí color de gos quan fuig y de Castella ni bon vent ni bon casament. Los catalanes y los portugueses, son, frente al resto de los peninsulares, reservados, más formales en el trato, más discretos, menos bullangueros. Quizá se diferencian en que aquí son más burgueses, hay más riqueza y más culto a la riqueza. Portugal es una sociedad más políglota que la española o la catalana. Hay influencia inglesa y cierto afrancesamiento más patente que aquí. Otra diferencia es que el portugués es más pasivo. A veces el límite de la discreción y la sumisión es tenue. Esto lo comprendes cuando ves a un portugués encajando sin inmutarse los berridos de un español que quiere comprar toallas. Aquí, por otra parte, no veo melancolía, veo seriedad, seny. Otra diferencia catalana frente al resto de la Península: las señoras son aquí más delgadas y peripuestas, y los chicos tienen un exceso de sentido del ridículo, aunque los chicos portugueses son un poco así. Y otra diferencia exclusivamente catalana: el sentimiento de ciudadanía. Eso de que haya teles en los autobuses, que los transportes funcionen, que haya oficinas de atención al cliente, hace que te sientas un ciudadano con derechos. Cosas que me llamaron la atención: añoro los piques que hay entre el presidente y el primer ministro de Portugal, que creo que enriquecen la democracia y que aquí no son posibles. También he detectado en la Península algo que no he visto en Portugal: nacionalismos excluyentes. P. Usted que ha vivido en Lisboa, ¿considera Barcelona una ciudad multiétnica? R. Mis amigos de aquí se sorprenden al ver mi fotografía de bachillerato, en la que aparecen compañeros de todos lo colores que son plenamente portugueses. Aquí no hay ese sustrato. La gente no es racista, pero no lo es de boquilla. Si no pasas de la plaza de Catalunya, es difícil encontrar gente de otra raza, a menos que se metan en un bar a venderte algo. El mestizaje de Lisboa se ve hasta en la comida. Bueno, quizá el mestizaje de la comida venga incluso de más lejos, del contacto de Portugal con las Indias. En el portugués de hoy, y éste es otro ejemplo de mestizaje, hay palabras africanas. P. ¿Ha experimentado el iberismo? ¿Existe una entidad ibérica? R. Mi madre me ha comentado que últimamente, en las televisiones portuguesas, los portugueses no se esfuerzan en hablar castellano y los españoles no son subtitulados en portugués. Supongo que eso es bueno, pero sólo pasa en Portugal. ¿Iberismo? España y Portugal están muy lejos, quizá por su cercanía. En la Península somos muy distintos: catalanes, gallegos, andaluces, vascos, castellanos... supongo que por eso siempre se puede echar uno más a esa olla. Pero hay grandes diferencias. En la prensa portuguesa no se habla mucho de España y en la española no se habla, por ejemplo, de Timor. P. El iberismo como tema se ha conservado más en la literatura portuguesa que en las del resto de la Península. ¿Tiene alguna interpretación? R. No sé. Siempre ha habido más ignorancia de España hacia Portugal que al revés. P. ¿Qué opinión le merece la feria? R. No sé si es iberismo o todo lo contrario, pero me gustaría que hubiera más. A mí me gustan los saris, esa prenda de la India. Me gustaría una feria del sari.
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