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La Junta tutela al menor que dijo ser de Kosovo e ingresa a su tía en el psiquiátrico

Feima Bechiri, la mujer de 25 años que se identificó en Huelva como albanokosovar, ha sido internada en el ala psiquiátrica del hospital Juan Ramón Jiménez con un ataque de ansiedad después de haber intentado escapar del centro en el que estaba acogida. La Junta tiene fundadas razones para aseverar que la mujer y su sobrino Adac, de ocho años, son gitanos serbo-croatas, pero aún no ha encontrado la prueba definitiva de su identidad. Sea como sea, la Junta asumirá la tutela de Adac ante su situación de desamparo.

La historia que cuentan Feima Bechiri, de 25 años, y su sobrino Adac, de ocho, no sabe si es verdad o si es mentira. Parece mentira, y así lo cree la Junta, porque habla serbio (poco común entre los refugiados), sus huellas no hay manera de identificarlas y la historia de su huida por Europa no cuadra, según explicó ayer mismo el consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña. Pero también parece verdad por el miedo que esconde en su mente -ha sido internada en el psiquiátrico-, los detalles de la guerra que relata... Sea blanco o negro, la Junta considera "totalmente necesaria y justificada la ayuda humanitaria que se le está prestando". La auténtica nacionalidad de Feima y Adac es todavía una incógnita. Para el delegado del Gobierno andaluz en Huelva, el socialista Juan Ceada, la respuesta a esa interrogante es un asunto menor: "La competencia de la Junta no reside en averiguar de dónde vienen sino en prestar asistencia al menor y ayuda humanitaria a una mujer extranjera desasistida. Los intérpretes hablarán con ella cuando se tranquilice y tenga el espíritu preparado para contestar a las preguntas", señaló. La mujer, cuyos escasos documentos están en varios idiomas, ha dado muestras de un profundo estado de nerviosismo desde el primer momento. La noche del lunes montó un gran escándalo en el hospital Juan Ramón Jiménez, cuando la separaron de su sobrino para ser reconocida. Fue necesaria la presencia de cinco guardas jurados para reducirla, según fuentes médicas. Luego le aplicaron un sedante. Ayer escapó del hospital y se tumbó en medio de una calle dando gritos. La Policía Local tuvo que desviar el tráfico. Ahora se repone de esa crisis en la unidad de psiquiatría del Juan Ramón Jiménez. Feima ha trasmitido la sensación de sentir un miedo profundo. "No me matéis", dicen que gritaba ayer en la calle en su idioma. Adac ya juega Su sobrino, Adac, de ocho años, permanece en una residencia de menores de la capital onubense donde recibe todo tipo de atenciones. Ayer, por primera vez, jugó con otros niños. La fiscalía de Menores ha puesto al menor en manos de la Junta para que asuma su tutela al considerar que el niño se encuentra en situación de desamparo. Ambos fueron recogidos en Aljaraque, una localidad próxima a Huelva, por la Guardia Civil, que los atendió y facilitó alimentos, según testigos presenciales. Posteriormente pasaron a manos del Grupo de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía, que los entregó a la Policía Local de Huelva. Algo conmovió a los agentes municipales. La mujer no cesaba de suplicar: "No matadme, no matadme", dijo ayer la delegada provincial de la Consejería de Asuntos Sociales en Huelva, María Luisa Faneca. Los dos presentaban síntomas de desnutrición y de profundo agotamiento. La mujer aseguró, en un torpe italiano, que hicieron el viaje en tren y que en la huida vieron numerosos cadáveres. Además sostuvo que se habían perdido de su marido en Holanda. El consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, no concede demasiado crédito a esas afirmaciones, aunque parece darle igual: "Esa historia resulta irreal. Los albano-kosovares no han podido salir de sus fronteras y si lo consiguen se quedan en el primer país al que llegan. No recorren toda Europa hasta arribar en Huelva. Además, resulta inverosímil que hayan viajado durante 40 días en tren por toda Europa sin dinero". En toda Europa se están dando actualmente casos de croatas serbios que se hacen pasar por albano-kosovares, según el consejero. La mujer será sometida a una prueba idiomática por tres traductores, un albanokosovar, un croata y un rumano. La Oficina de Asilados y Refugiados (OAR) del Ministerio del Interior ha dado la alerta ante la constancia de que en estos momentos algunos gitanos de los Balcanes que deambulan por Europa "están suplantando identidades albano-kosovares para tener un tratamiento mejor que si no lo fueran".

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