Jueces para la Democracia no participará en la elección de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia

Jueces para la Democracia no participará el mes de junio en la elección de la mitad de los componentes de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) al considerar que el sistema de elección, el mayoritario puro, impide el acceso a las asociaciones minoritarias y garantiza los 15 puestos a los miembros de la agrupación con más afiliados, la Asociación Profesional de la Magistratura. "Un sistema electoral que niega representación proporcional a posiciones no mayoritarias ineludiblemente fosiliza" la Sala de Gobierno, señala Inmaculada Montalbán, del secretariado de Jueces para la Democracia. La próxima será la tercera ocasión en que se eligen los componentes de la Sala de Gobierno -la otra mitad la constituyen los miembros natos, como los presidentes de las Audiencias-, pero a la vista del sistema que se emplea desde 1989 las asociaciones minoritarias volverán a quedarse fuera. En la actualidad solo un miembro de Jueces para la Decmoracia pertence a la Sala de Gobierno y no por elección directa, sino por una concatenación de circunstancias posteriores. La Sala de Gobierno es la encargada de coordinar los recursos materiales de la justicia a través de una comisión mixta con la Junta de Andalucía. Además, entre sus competencias figura la tramitación de las quejas contra los jueces o cubrir los juzgados vacantes. La potestad para pasar del sistema mayoritario puro a uno proporcional corresponde al Gobierno central. "Si el poder legislativo no lo remedia", explica la juez Montalbán, "nuevamente nos encontraremos con un órgano de gobierno monolítico y esclerótico que, durante cinco años más, será el servidor de un defectuoso diseño en composición y sistema de elección no representativo". En teoríal el sistema electoral mayoritario es ventajoso para la circunscripciones territoriales pequeñas. En cambio, en comunidades tan extensas como la andaluza sus efectos son "perversos". La dispersión de los votantes en Andalucía y la ausencia de candidatos con programas específicos hace que, en la práctica, el sistema mayoritario puro funcione como si fuera de listas cerradas confeccionadas por la asociación mayoritaria. "La disfunción se presenta cuando se adjudican los 15 puestos por el sistema mayoritario: sólo una lista o candidatura será la ganadora y no se permite la entrada a aquellas otras no mayoritarias, aunque sean representativas de un porcentaje electoral relevante", agrega Montalbán.