Dialéctica

Los mercados de valores europeos efectuaron ayer un movimiento de repliegue en una situación que puede definirse como de "vértigo ajeno" y que estaba provocada por el último máximo de la Bolsa de Nueva York. La publicacíón de una nueva revisión a la baja en las previsiones del crecimiento alemán, esta vez por parte de los principales institutos económicos del país, hasta el 1,7%, también actuó de factor diferenciador entre los mercados de uno y otro lado del Atlántico. La Bolsa de Nueva York mantiene un peculiar discurso dialéctico con el nivel de las cotizaciones, mediante el cual está trazando un proceso de contacto, asimilación y superación que ya se acerca a los 10.900 puntos. Ayer, los inversores vendieron al alcanzarse esa zona. Después parecía evidente que se estaban produciendo nuevas tomas de posiciones desde las que acometer el asalto a los 11.000 puntos, pero al final se impuso la toma de beneficios. El índice Dow Jones cerró en 10.845,40, tras anotar una ganancia de 13,70 puntos (0,13%).

La Bolsa de Madrid perdió en esta ocasión el 0,51%, 4,51 puntos, que supieron a beneficio, ya que en los primeros momentos de la sesión llegó a caer hasta 9,92 puntos.

De no existir referentes externos que justifican esa situación, la sesión habría entrado de lleno en un comportamiento típico del amplio movimiento lateral que vive el mercado español desde mediados de enero y que limita sus movimientos a 50 puntos, entre el nivel de los 850 y los 900 para el índice de Madrid.

La contratación del mercado continuo fue de 833 millones de euros, 138.599 millones de pesetas, de los que el 50% se concentraba en tres valores. Este proceso de concentración es un serio handicap para el mercado español, que aumentará con el reagrupamiento de las sociedades del Grupo Endesa.