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Maragall afirma que gobernará Cataluña respetando la diversidad

Enric Company

Es la hora de un catalanismo abierto y confiado, que les diga a los demás españoles "os queremos", salvaguarde la diversidad y predique la unión y la cohesión. Éste fue el mensaje que Pasqual Maragall lanzó ayer a las 600 personas que asistieron en L"Hospitalet de Llobregat a la presentación de las plataformas de Ciutadans pel Canvi, con cuyo impulso pretende alcanzar la presidencia de la Generalitat. El catalanismo que él profesa aspira, dijo, a aplicar este modelo desde el Gobierno ante el agotamiento de lo que denomina "el nacionalismo oficial".

Con Isabel Allende, la hija del presidente chileno, como invitada de honor, Maragall presentó las caras de su plataforma, que pretende coaligar con el PSC. El primero en presentarse fue Jaume Valls, un viejo comunista de L"Hospitalet; luego lo hizo Xavier Folch, el editor que se definió a sí mismo como compañero de viaje de Iniciativa per Catalunya; Cristina Viadé, alcaldesa de Cardedeu, independiente, aunque electa en una lista del PSC; Paco Boya, uno de los dirigentes de Unitat d"Aran; Sílvia Benages, una joven no afiliada, y Antoni Pané, un cooperativista de Juneda (Les Garriges) que impulsa la plataforma Fem Via. Todos ellos se declararon dispuestos a trabajar a favor de un cambio político en Cataluña que lleve a Pasqual Maragall a la presidencia. Folch dijo que la pretensión de Ciutadans pel Canvi es propiciar la unidad de las izquierdas en esta batalla política y propiciar un acuerdo con el centro izquierda. Dijo que para esto Ciutadans pel Canvi se convertirá probablemente en partido político, es de suponer que con Maragall como líder, aunque esto no lo precisó. Sí dijo que para este viaje esperan poder contar con Iniciativa per Catalunya y con Esquerra Republicana. Como sea que ERC no considera llegada la hora de un cambio, Folch advirtió a los republicanos que "su credibilidad como fuerza de izquierda depende de lo que haga en estas elecciones autonómicas". Además de insistir en que está ya sobradamente agotado el programa y el proyecto de Jordi Pujol, Maragall explicó que pretende gobernar Cataluña aplicando "algunas lecciones" que las izquierdas han "aprendido de las derechas". Se refirió a dos. Una de ellas es que las izquierdas han confiado demasiado en el Estado para hacerlo todo. Cuando lo que es sustantivo de la izquierda no es el Estado sino la igualdad y la justicia. Esa igualdad debe entenderse, además, no como uniformidad, sino como la garantía de las bases para que todos los colectivos puedan vivir con dignidad. Un planteamiento que implica el respeto de la identidad, la subsidiariedad y la cohesión. En Cataluña se da la circunstancia, además, de que la sociedad no ha podido contar demasiado con el Estado y ahora se trata de aprovechar esa herencia, no de construir un miniestado. La otra lección que Maragall está dispuesta a aceptar de la derecha nacionalista es que "quizá si que el país necesitaba una etapa de reafirmación". La izquierda, y aquí especificó que se refería sobre todo al PSC, pero también al PSC, se sintió en la obligación de reforzar los primeros pasos de la democracia del posfranquismo y eso dejó a Cataluña en el segundo plano de sus prioridades. Eso estuvo plenamente justificado en su momento, dijo Maragall. "Pero hace ya unos cuantos años que podíamos haber ido por libre", añadió. Entendiendo que ir por libre supone promover el modelo federal. Dicho todo esto, Maragall aseguró que Cataluña "no necesita un alcalde que crea conocer a todos los ciudadanos", sino un Gobierno que gobierne bien. El actual ya está agotado. "Lo despediremos con respeto", aseguró.

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