Los partidos piden que la privatización de Babcock garantice su futuro

El pleno del Parlamento aprobó ayer una proposición en la que reclama que el proceso de privatización de Babcock & Wilcox garantice la viabilidad de la empresa. Todos los partidos votaron a favor, excepto el PP, que se abstuvo. La empresa pública de bienes de equipo cuenta con 1.137 trabajadores y, tras la renuncia de la noruega Kvarner a hacerse cargo de ella, tres compañías optan a su control: la asturiana Duro Felguera, la americana Mac Dermott y Stein Muller. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), propietaria actual de Babcock, ha colocado a McDermott a la cabeza en la carrera por la privatización. Según los datos aportados por el parlamentario del PP Fernando Maura, Babcock & Wilcox logró en 1998 unos ingresos de 26.745 millones de pesetas y tuvo unas pérdidas de 19.402 millones. Su cartera de pedidos a final de año era de 41.600 millones de pesetas, un 40% más que el año anterior, pero su situación patrimonial es delicada, ya que sus fondos propios son negativos en 16.000 millones. La proposición aprobada pide a la SEPI que facilite la participación de los trabajadores y colabore con el Gobierno vasco en el proceso de privatización. El pasado 22 de marzo se cerró el plazo de presentación de ofertas por Babcock. La SEPI está estudiándolas "con el criterio de adjudicar Babcock al aspirante que mejor garantice su viabilidad y conserve el mayor número de puestos de trabajo", según Maura, quien así justificó la abstención de su partido. Según informó ayer el diario Cinco Días, Kvaerner estaría dispuesta a vender la empresa Mecánica De la Peña a los americanos de Mc Dermott en el caso de que se hicieran con el control de Babcock y solucionar así de golpe el problema de la otra gran empresa vasca de bienes de equipo.