Nace la primera asociación que rehabilita adictos al sexo

Masturbación compulsiva, gran consumo de material pornográfico, utilización reiterada de la prostitución... Son algunas de las prácticas de los adictos al sexo, cuya libido les lleva a afrontar serios problemas sociales: pérdida de la pareja, inestabilidad laboral, dificultades económicas. La Asociación Catalana de Adictos al Sexo (Acasex) se presentó ayer en Barcelona con el fin de ofrecer terapias de grupo y ayuda psicológica individualizada a estas personas. Los promotores de Acasex, que dicen contar con el respaldo de la Asociación de Psiquiatras Americanos, forman parte del Centro Catalán de Tratamiento de Adicciones Sociales, entre cuyas acciones más conocidas está la rehabilitación de adictos al juego. "La ludopatía era considerada un vicio y ahora ya está aceptada como una adicción que cubre la Seguridad Social. Aquí buscamos lo mismo", explicó el presidente de Acasex, Francesc Perernau. Los psiquiatras reciben a esta asociación con cautela. Àngels Vives, organizadora del primer congreso catalán de salud mental, afirma: "No es bueno parcelar este tipo de conductas. Es cierto que hay casos de adicción al sexo, pero hay que tratarlos de una forma amplia, ya que suelen ser manifestaciones de graves angustias y depresiones".