El PP pretende que las autonomías participen más en su autofinanciación, pero no dice cómo

La Ejecutiva del PP aprobó ayer el programa marco para las elecciones municipales y autonómicas. El coordinador de esas directrices generales, el ministro Mariano Rajoy, las sintetizó en que el PP da por cerrado como está el diseño jurídico de España y apuesta por potenciar la cooperación y corresponsabilidad con las demás administraciones. En ese aspecto se hará hincapié en el futuro papel de las comunidades autónomas, que se prevé gasten el 35% del dinero público. El PP pretende implicar a las autonomías mucho más en su autofinanciación, a través de nuevos "instrumentos" que Rajoy no quiso aclarar, e incluso de un uso mayor de su capacidad para fijar impuestos.

El centenar de folios del programa marco del PP para las próximas elecciones autonómicas y municipales -el europeo sigue en elaboración y su cabeza de lista no se ha decidido- se resume en una frase. La reiteró ayer por enésima vez, quizá con más énfasis, el ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, coordinador de programas y vicesecretario general del PP: "El diseño jurídico de España ya está hecho en la Constitución y los estatutos, y es muy estable; a partir de ahora habrá que poner el acento en la cohesión, la cooperación y la corresponsabilidad para crear más empleo". Rajoy, ya en anteriores ocasiones responsable de programas y campañas electorales del PP, se sinceró desde su actual atalaya ministerial al confesar que este documento programático estaba "más pegado a la realidad" que otros "porque ahora" el PP esta "en el Gobierno". En definitiva, que se podrá cumplir más. Fue así como Rajoy abordó el reto, primero ante el Comité Ejecutivo Nacional y luego ante la prensa, de resumir esa serie de ideas que todos los candidatos del PP deberán defender en cualquier circunscripción que se presenten.

El PP sostendrá en sus programas que no habrá más reformas de la organización del Estado ni se tocarán la vigente Constitución o los estatutos de autonomía. También que cuando se concreten los escasos traspasos pendientes, las autonomías pasarán a gestionar el 35% del presupuesto público y los ayuntamientos sólo el 13%, por lo que deberá iniciarse un segundo trasvase de competencias desde las administraciones autonómicas a las locales.

El ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes, el encargado ahora de elaborar ese nuevo catálogo de delegaciones de competencias, avanzó que esa descentralización "debería hacerse cuanto antes". Sobre el sistema de financiación autonómico, siempre tan polémico, el PP apuesta por no modificar mucho el modelo vigente, en el que ya se permite la capacidad normativa a las autonomías para retocar tanto sus impuestos (patrimonio, sucesiones...) como el tramo del 30% que reciben del IRPF.

Solidaridad

Rajoy recalcó que el PP no quiere variar ese sistema cuando se termine el modelo actual en el año 2001. También destacó, como se fija por escrito en el programa, que para el próximo quinquenio "la financiación destinada a solidaridad -tanto interterritorial como interpersonal- quedará suficientemente diferenciada". El ministro incidió en que en el próximo modelo se buscarán nuevos "instrumentos para avanzar más" en esa línea de la corresponsabilidad económica y fiscal entre las autonomías y el Estado. Rajoy no profundizó en ese debate porque dijo que quedan dos años por delante. Insinuó que los criterios para nivelar el poder y la calidad de vida de las autonomías podrían consolidarse con los actuales fondos de compensación territorial o por la dotación de infraestructuras pagadas con el Presupuesto del Estado.

Lo que Rajoy sí dejó claro ayer, como posición preelectoral de partida del PP, es que no está dispuesto a modificar el sistema de financiación de Cataluña para aplicar uno similar al del País Vasco. Algo que reclama, entre otros dirigentes nacionalistas catalanes, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Tampoco cree que la solución para la permanente reivindicación de dar más dinero a Cataluña sea entregárselo a Pujol: "Hay otras instituciones, además de la Generalitat".

Cuando se le planteó cómo podría tomarse Pujol esa negativa, Rajoy recurrió a su ya famosa sorna gallega: "Nuestro modelo no es ése y no entiendo otros argumentos porque los míos son muy convincentes".