El negocio del vestir
"Lo más difícil en este negocio es crear tu propia empresa. Por eso, los diseñadores piden a las firmas que les contraten", comenta Mercedes de Miguel. Esta diseñadora vizcaína comenzó a trabajar a los 18 años en el mundo de la moda, dando clases de diseño y patronaje y confeccionando colecciones para otros fabricantes. Quince años después, De Miguel dio el salto y creó su propia empresa. La firma, llamada M. de Miguel, nació en 1989 en un modesto local de Barakaldo. Un año después, esta primera ubicación se quedó pequeña para el negocio y la empresa se trasladó a su actual emplazamiento, un local de 500 metros cuadrados en la calle baracaldesa de Rontegi. En sus inicios, la empresa M. de Miguel empleaba a la diseñadora, su hermana y dos empleadas y vendía 1.000 prendas al año; nueve años después, 15 trabajadoras integran la plantilla directa de la firma de moda, que tiene subcontratadas a otras 50 personas en talleres y vende anualmente unas 30.000 prendas. "Hemos ido creciendo paulatinamente ofreciendo calidad y siguiendo un estilo que ha fidelizado a los clientes. Si un diseñador tiene un estilo propio, lo demás viene dado", comenta De Miguel, quien tiene en la actualidad varios proyectos en cartera. Entre estos se encuentran la apertura de tiendas propias en un futuro no muy lejano tanto en Bilbao como en Vitoria. Pero, sin duda, el proyecto más emblemático de Mercedes de Miguel es su traslado a un polígono industrial de Erandio, previsiblemente el próximo año. Además, la diseñadora participa, junto a otras dos empresas, en la creación de unos talleres de confección en Basauri que estarán funcionando a finales de este año. Ambos proyectos, puestos en marcha por la Agrupación Moda Vasca y que cuentan con el apoyo del Gobierno autónomo y de la Diputación vizcaína, "igualarán a la moda vasca con Galicia, que es un punto de referencia en este negocio", asegura Mercedes de Miguel. La frivolidad del mundo de la moda es un concepto que rehúye la diseñadora vizcaína. "La moda no tiene nada de frívola; es un negocio muy serio que genera miles de millones. Es además muy duro porque cada seis meses, llega una nueva colección y nace y muere la empresa", explica De Miguel. "En Italia la moda es la tercera fuente de riqueza y aquí puede jugar un papel importante. Al ser un negocio manual, además, crea mucho empleo", añade. En este sector se trabaja con un año de antelación. Las prendas de verano del año 2000 ya están trabajándose en el taller de Mercedes de Miguel. "Vendemos a boutiques media-alta", explica De Miguel, quien añade que dirige su ropa a "una mujer elegante, moderna, trabajadora, que se quiere sentir cómoda con lo que lleva y que quiere poder usar el mismo traje durante el día y la noche". La marca tiene unos 300 puntos de venta y representantes repartidos por toda España. Además del mercado español, Mercedes de Miguel comercializa sus prendas en Portugal, Finlandia y Japón. Su presencia en la Pasarela Cibeles y en el Salón Gaudí y en la feria de moda de Barcelona en los últimos años han impulsado la entrada de la compañía en otros mercados. "Las pasarelas son una buena plataforma para mostrar de una forma más real lo que haces, porque le das el estilismo completo a las prendas", comenta la diseñadora vizcaína, que fue seleccionada junto a la firma J+G para participar en el desfile que los diseñadores Carolina Herrera y Paco Rabanne organizaron en laa salas del Museo Guggenheim de Bilbao el año pasado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.