Los mercados cerrarán el 31 de diciembre para evitar el "efecto 2000"
Los ministros de Economía y Finanzas de la UE, reunidos ayer en Dresde, han tomado la decisión de cerrar los mercados financieros y de compensación bancaria, al menos para las transacciones en euros (el denominado sistema target) a las doce de la noche del próximo 31 de diciembre para evitar el efecto 2000 en los equipos informáticos. La decisión impide las posibles confusiones del efecto 2000 inducidas por el cambio informático, que podrían provocar enormes complicaciones técnicas en las operaciones financieras. Este acuerdo permitirá por lo tanto unos días de margen, teniendo en cuenta que el primero de enero del año 2000 es festivo, para cuadrar los desajustes que puedan producirse por el cambio informático en el sistema target. El Ecofin no alcanzó, sin embargo, ningún acuerdo respecto a la propuesta del ministro británico Gordon Brown, que defendió nuevamente una bajada radical de los tipos fiscales que gravan las operaciones en eurobonos. Londres trata de defender desesperadamente, antes de que termine la presidencia alemana de la UE, en junio, su plaza financiera. El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, que presidía la sesión, dio muestras de que la presidencia alemana mantendrá una línea de tibieza respecto a las peticiones de Londres.
El paquete fiscal debatido en Dresde presenta un escollo insalvable: la oposición de varios países miembros, encabezados por España, a la tasa de la energía. El vicepresidente económico español, Rodrigo Rato, aseguró ayer al término del Ecofin que la idea es inaceptable para España ya que con ella no se haría más que encarecer los precios.
Los ministros de Economía y Finanzas abordan a partir de ahora la reforma de la llamada arquitectura financiera internacional. La presencia ayer en Dresde del presidente del Banco Mundial, James Wolferson, alimenta esta reforma en la línea de hacer más eficaces las aportaciones de los países industrializados a las crisis meteóricas que desequilibran el mercado mundial en 24 horas. El Ecofin concretó ayer, de común acuerdo con el Banco Mundial, que la zona euro acudirá en ayuda de los mercados en crisis con el aporte de fondos concretos que cubran las necesidades más inmediatas.
En la arquitectura financiera internacional, el euro reclama una representación unitaria. Este fin de semana ha servido para avanzar en la idea de que el Euro Once se siente en las reuniones del G-7. Sin embargo, parece que la representación externa del euro, tanto en el G-7 como en el FMI, no avanzará de forma clara antes de que finalice la presidencia alemana.
El empleo sigue siendo prioritario para los Quince. Ayer se presentaron dos grandes proyectos: el francés, que contiene cinco medidas concretas de coordinación en la zona euro para mejorar el nivel de empleo, y la declaración conjunta sobre empleo y reforma económica firmada por España y el Reino Unido.
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