José Luis Posada expone en el Koldo Mitxelena sus dibujos oníricos

José Luis Posada (Villaviciosa, Asturias, 1929) ha llegado de Cuba, donde se estableció junto con su familia en 1940, con 80 dibujos perfilados con miles de trazos que son el resultado de sus figuraciones oníricas. "Yo sueño mucho. Diría que no sé si duermo o sueño", dijo ayer en San Sebastián el artista asturiano, quien ha colgado en el Koldo Mitxelena sus Criaturas insólitas, título de la exposición que permanecerá abierta en la sala del desván hasta el día 15 de mayo. Al levantarse cada mañana, José Luis Posada traslada al papel las "criaturitas" que le persiguieron en sus sueños. No conoce otro procedimiento artístico más allá de la tinta y la pluma, sus únicos artilugios para rematar los dibujos con una gran calidad gráfica. Posada asegura que en Cuba no han llegado los sistemas electrónicos, por lo que su técnica es "muy primitiva", a la vez que meticulosa. Cada dibujo de José Luis Posada se compone de 15.000 o 20.000 trazos minúsculos, inapreciables a un metro de distancia. "Soy como un pájaro carpintero", confiesa el artista, insistente con todos los puntos y su posición exacta en la figura. Las criaturas creadas por él son una amalgama de seres, personas o mitos que en su conjunto forman un bestiario peculiar. A diferencia de lo que ocurre en otros bestiarios, el libro publicado por Posada donde conviven estas criaturas se gestó por el final. "Primero ilustré las bestias y después un amigo mío las clasificó y puso la letra. Los demás bestiarios se hacen al revés; los dibujos vienen después del texto", afirmó el autor. "Monstruos graciosos" José Luis Posada mezcla lo poético con lo grotesco en sus criaturas excepcionales y deslumbrantes, singulares a todos los efectos. El artista siempre tiene encima de su mesa cuatro o cinco trabajos-criaturas a medio terminar, y brinca de uno a otro, según diga su estado de ánimo o su inspiración. Algunos son unos "monstruos graciosos" cuya clasificación es muy dificultosa; otros surgen del recuerdo de seres queridos o de su contacto con la naturaleza cubana. La exposición contiene dibujos de una originalísima denominación: Zumpajarizuncito, Chichigrís, Pulga de Agua, Magali o Endriago esconden formas y estructuras extrañas, algunas de las cuales se han inspirado en la "idea ciclópea de Jorge Oteiza, que también es brutal y poética al mismo tiempo". La labor creadora de José Luis Posada abarca muchas facetas artísticas, desde la pintura en grabado hasta la escenografía, pasando por la caricatura, la ilustración o la cerámica. Firme seguidor de la Revolución cubana de Fidel Castro, Posada ha trabajado con la compañía de danza de Alicia Alonso, es maestro de cultura en la Escuela Superior de Arte de La Habana y tiene esparcida parte de su obra por numerosos museos y colecciones. Ahora alterna sus estancias entre la isla caribeña y España.