San Sebastián abre tras cinco años de obras el primer vial que descongestionará el tráfico del centro

El vial que une los barrios donostiarras de Ibaeta y Amara, a través de Aiete, quedó ayer abierto en su totalidad al tráfico, después de cinco años de obras, que el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana ha financiado en solitario. Esta carretera, de 2.180 metros de longitud, ha supuesto un desemboloso económico de 2.044 millones de pesetas. A cambio, la nueva conexión promete aligerar el denso tráfico que registra el centro de la capital guipuzcoana. Se posibilitará así la construcción de un bidegorri por el Paseo de la Concha, cuyo ensayo se retrasará hasta mayo.

El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, acompañado por otros representantes de la corporación, presidió ayer el acto oficial de apertura de la segunda y última fase de este vial, que ha creado gran expectación desde que se inició su ejecución hace cinco años. No era para menos. Esta conexión permitirá a los donostiarras atravesar la ciudad de sur a oeste sin pasar por el centro de la ciudad, aliviar la densidad del tráfico en las horas punta y eludirlo cuando esté congestionado. El vial discurre a lo largo de 2.180 metros, dispone de dos carriles en cada sentido de circulación y tiene sus hitos principales en un túnel de 260 metros junto a la glorieta de Lazkao y en un viaducto de 175 metros y 25 de altura máxima sobre la vaguada de Morlans. La orografía del terreno sobre el que se ha construido ha incidido en su coste: 2.044 millones de pesetas, que ha pagado el Ayuntamiento en solitario. Además, ha sido necesario soterrar las vías del Topo -tren de cercanías de vía estrecha- en el tramo del paseo de Errondo próximo al vial. La inversión, necesaria para vincular zonas teóricamente cercanas de la ciudad, pero alejadas por su comunicación, tiene como fin último "hacer la ciudad más habitable", según Elorza. "Busca que la movilidad sea posible, sin molestar el normal funcionamiento de los barrios y la ciudad", aseguró. Su apertura, que eliminará tráficos de paso por el Paseo de la Concha, San Martín y Urbieta, entre otras arterias, generará nuevas rutas de circulación. Las posibilidades se ampliarán, tal y como recordó el alcalde, con la construcción del cuarto puente sobre el Urumea, diseñado por José Antonio Fernández Ordóñez. Entonces, la conexión alcanzará también al barrio de Gros. Este vial podrá funcionar con mayor idoneidad con la construcción de la nueva glorieta de Errotaburu y cuando se realicen, dentro de dos semanas, los ajustes pendientes en Pío Baroja y en la avenida de Zarautz. Por este motivo se retrasa el ensayo previsto en la Concha para la semana del 26 de abril al 1 de mayo. Según Elorza, el Ayuntamiento prefiere posponer esta prueba hasta comprobar la afección real sobre el tráfico en la Concha, tras la apertura del nuevo vial. En todo caso, esta nueva conexión no logrará su máxima operatividad hasta que se complete la construcción del apeadero de Euskotren, junto al geriátrico. Las obras de ejecución afectarán al vial. Será necesario inutilizar dos carriles durante algún tiempo. Elorza rechazó posibles críticas sobre este extremo. "Ha sido una situación ineludible, insospechada por el Ayuntamiento cuando se adjudicó la obra". Esta estación, que cubrirá los servicios de la zona de Ibaeta -donde se ubica el campus de Guipúzcoa de la Universidad del País Vasco- supone un avance más en la conexión de San Sebastián. La duda que queda por despejar desde ayer es si la apertura del vial ocasionará atascos en la zona de Pío XII y en el otro extremo de la avenida de Zarautz. "No hay que ser pesimista", dijo el alcalde. A su juicio, habrá menos problemas de tráfico que en la actualidad. En cualquier caso, existe un estudio en marcha que dictará las medidas a adoptar para controlar el tráfico en la zona de Pío XII en Amara. Además, se prevé el traslado de la estación de autobuses. Pero con todo, la clave del éxito de las nuevas infraestructuras radica en un cambio de mentalidad de los ciudadanos y en el impulso de políticas de transporte público, como dijo el concejal de Obras y Proyectos, Martín Elizasu.