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GUERRA EN YUGOSLAVIA La matanza de civiles

La OTAN admite haber bombardeado a civiles

El piloto volaba a una altura tan elevada que hacía difícil identificar bien el objetivo

La Alianza Atlántica entonó ayer un dramático mea culpa y admitió que fue uno de sus aviones el que bombardeó a un grupo de civiles albaneses en Kosovo. La OTAN explicó la acción del piloto en el hecho de que este tenía "la absoluta convicción" de que se disponía a bombardear un convoy militar serbio al que creía responsable del incendio de gran número de casas en la zona, al sureste de la provincia serbia. El error pudo deberse a la gran altura a la que volaba el avión aliado, casi el doble de la aconsejada para evitar equivocaciones en la identificación de objetivos móviles en tierra. Y volaba a gran altura porque las baterías antiaéreas el Ejército yugoslavo siguen dificultando los ataques aliados sobre el terreno.

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La muerte de los refugiados albaneses a manos de la OTAN fue calificada de error propio por la Alianza, que tuvo el coraje de admitirlo y lamentarlo. Pero puede haber sido un error con consecuencias mayores no sólo por la magnitud del desastre y su impacto en la opinión pública, sino porque pone de relieve que tras cuatro semanas de ataques aéreos las defensas serbias siguen en activo y los aliados no dominan completamente el espacio aéreo de Kosovo. El general Giuseppe Marani, que actuó ayer como portavoz militar aliado, admitió que el avión, un F-16, volaba a 15.000 pies de altura (5.000 metros), pese a que la altura aconsejada para atacar un convoy militar sobre el terreno se sitúa en torno a los 8.000 pies (2.700 metros). "Las operaciones a esa altura no son menos precisas porque la precisión es la misma, la precisión la garantiza el sistema, pero desde luego la identificación del objetivo es más compleja y normalmente se necesita información adicional", admitió el general. Es decir, no basta con la información visual que puede obtener el piloto.

Asimismo, pone de relieve que al menos en este caso no se tomaron todas las precauciones necesarias para evitar daños colaterales a civiles porque, como ha demostrado la realidad, desde 15.000 pies es difícil distinguir un camión blindado de un tractor con remolque.

En este incidente, el piloto se basó sólo en la información visual recogida durante más de 25 minutos observando la zona y la evolución del supuesto convoy militar (ver pieza adjunta). En síntesis, según la explicación dada por el piloto a sus superiores, y revelada en parte por los portavoces aliados, éste operaba en el oeste de Kosovo en una zona en la que se había detectado gran actividad de las fuerzas serbias, con la quema de casas y pueblos para expulsar a sus habitantes albaneses. El piloto vio varios pueblos ardiendo y localizó al menos un convoy. A esa distancia, los "tres camiones de color verde oscuro" le parecieron blindados de la policía para el transporte de tropas, aunque resultaron ser tres tractores con remolques.

Al menos dos convoyes

El piloto, al comprobar que los fuegos se iniciaban al norte de la ciudad de Djakovika y parecían más recientes a medida que se encaminaba hacia el sur, dedujo que el objetivo avistado era el convoy responsable de esos fuegos. Y disparó contra él. La OTAN admitió ayer haber atacado al menos dos convoyes sobre el terreno en esa zona, pero asegura que sólo en uno de ellos resultó que había civiles.

"La OTAN lamenta profundamente la pérdida de vidas de civiles en el ataque, ayer, a un convoy que viajaba entre Prizren y Djakovica. Como ya es conocido, los pilotos de la OTAN tienen órdenes de atacar sólo objetivos militares", declaró el portavoz civil aliado, Jamie Shea. "Como todos saben, estamos tomando todas las precauciones para evitar daños a civiles. Nuestra operación Fuerza Aliada se hace para salvar vidas de civiles, no para perderlas. Nunca en la historia ha habido una operación militar en la que se hayan tomado tantas medidas para minimizar la pérdida de vidas y propiedades de civiles. Y estamos usando las municiones teledirigidas más precisas que en cualquier otra operación", continuó Shea.

La región en que se produjo el ataque, al oeste de Kosovo y cerca de la frontera con Albania, "es una zona en la que la policía especial yugoslava ha estado llevando a cabo operaciones de limpieza étnica en los últimos días", explicó Shea. "Los 5.000 refugiados que han llegado a Albania en las últimas 24 horas dan prueba de ello. La carretera entre Prizren y Djakovica es una importante vía de avituallamiento del Ejército yugoslavo y la policía especial. El piloto atacó lo que le pareció que era un convoy de vehículos militares. Estaba convencido de que era un objetivo legítimo. Lanzó sus bombas de buena fe", añadió el portavoz civil.

Lamento de la OTAN

"El piloto informó en ese momento de que estaba atacando un convoy militar. La bomba de la OTAN destruyó el primer vehículo, que ahora pensamos que estaba ocupado por civiles. Quiero expresar de nuevo que la OTAN lamenta profundamente la pérdida de vidas en este trágico accidente. Pero quiero subrayar también que ningún conflicto en la historia de la humanidad ha estado ni estará nunca libre de accidentes. Podemos reducir los riesgos de accidentes, pero no podemos eliminarlos por completo", reconoció Shea.

"Hay que reconocer que aunque, la tripulación tiene órdenes específicas de no atacar objetivos civiles, la intensa campaña aérea inevitablemente se va a cobrar vidas civiles y va causar daños a las propiedades privadas. La OTAN va a intensificar su campaña y atacar objetivos precisos", declaró el general Marani.

Los portavoces aliados admitieron que sus denuncias de la víspera, señalando que el ataque podía haber sido realizado por la aviación yugoslava, demuestra que la OTAN no controla el espacio aéreo en las zonas de combate y que los aviones de Slobodan Milosevic, el presidente yugoslavo, pueden realizar incursiones. "En principio, eso es posible; en la práctica, la efectividad es muy limitada", admitió el general Marani. "Es cierto que el Ejército yugoslavo ha estado utilizando helicópteros pero no tengo informes de que eso haya ocurrido en las últimas horas, y tampoco los aviones Supergalab que fueron utilizados en Bosnia en el pasado", explicó Shea. "La OTAN puede detectarlos y tienen que aterrizar de nuevo de inmediato. Lo que está claro es que no están utilizando los MIG o sus aviones caza mucho tiempo porque saben que corren el riesgo de ser derribados por la OTAN", aseguró el portavoz civil.

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