Libertad bajo fianza para el guardia civil que mató a una joven en Sevilla
El brigada de la Guardia Civil Pedro Jiménez Menchén, autor del disparo que mató en Sevilla a Miriam Gómez, quedó ayer en libertad con fianza de 250.000 pesetas, imputado de un delito de homicidio imprudente. El funcionario dedicó tres horas a explicar a la juez que disparó a la rueda del coche que acababa de saltarse un control de alcoholemia porque entendió que había grave peligro para el tráfico. El brigada aseguró que durante la persecución no vio en ningún momento a la joven fallecida.
El brigada llegó al Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla con una guardia pretoriana de 10 compañeros y su abogado, Javier Gimeno. A las 13.15, poco después de que Benito Saldaña, el letrado de la familia de la fallecida, acabase de darle una lectura a las actuaciones, comenzó la declaración.Jiménez Menchén aseguró a la juez Mercedes Ayala que serían las cuatro y media de la madrugada del sábado cuando el Renault 9 amarillo que conducía sin carné ni seguro el joven Beltrán Sánchez se saltó el control de alcoholemia montado en Dos Hermanas.
La persecución la inició inmediatamente a bordo de un Ford Mondeo desde el que pudo ver, dijo, cómo el perseguido le impedía con diversas maniobras ponerse a su altura y adelantaba de forma peligrosa a siete u ocho vehículos que circulaban hacia Sevilla por la N-IV, lo que le hizo pensar que había grave peligro para el tráfico. Esta apreciación fue la que, según testificó, le llevó a sacar por la ventanilla su Star nueve milímetros parabéllum.
El joven tomó entonces una corta vía de servicio que da entrada a la barriada de Bellavista y al verse casi acorralado se paró de un frenazo. Beltrán metió la marcha atrás y, en ese momento, cuando el coche patrulla estaba detenido también tras un frenazo, fue cuando el brigada efectuó un único disparo, a una distancia de entre diez y 15 metros del R-9.
Beltrán siguió su escapada seguido de cerca por el coche del brigada, que sólo perdió de vista a su objetivo cuando entró por la fuerza en un garaje. Cuando localizaron a la pareja de novios, el joven comenzó a gritar que su novia estaba herida. El brigada agregó que Miriam, de 21 años, movía la cabeza y se quejaba, por lo que la trasladaron al hospital de Valme.
El abogado de la familia pidió para Pedro Jiménez la prisión incondicional mientras el fiscal, Carlos Bedate, solicitó la libertad sin fianza. La juez optó finalmente por dejarlo marcharse a su casa en el cuartel de Montequinto con 250.000 pesetas de fianza. Y lo hizo a toda velocidad en coche por una calle de servicio, lo que obligó a un grupo de reporteros gráficos a apartarse para no ser atropellados.
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