Los inmigrantes sufren largas esperas para tramitar sus permisos de residencia

Decenas de inmigrantes sufren largas esperas nocturnas desde hace casi un mes ante la comisaría de la calle de Moratín, 43 (en el distrito Centro, junto al Ministerio de Sanidad), donde se tramitan los permisos de residencia no laborales y las reagrupaciones familiares.El colapso se debe, según han explicado a este periódico responsables policiales, a que esta sede de la calle de Moratín ha visto duplicado su trabajo habitual al asumir, obligatoriamente, la tarea que hasta entonces desarrollaban 11 comisarías del área metropolitana. En estos centros policiales se han clausurado temporalmente los servicios de atención a extranjeros para emprender la renovación informática de sus oficinas.

Y la acumulación del trabajo en la comisaría de la calle de Moratín ha llegado sin que ninguna autoridad decidiera reforzar la plantilla, ya de por sí insuficiente, que, además, tenía días de vacaciones por Semana Santa. Los inmigrantes sufrieron las consecuencias, y las colas empezaron a ser frecuentes en el barrio.

Cada noche, decenas de inmigrantes comienzan una larga espera que dura toda la noche hasta que, a las 9.00, abren las puertas del recinto policial y se reparten números entre los presentes según las personas que puedan atender.

María, una peruana de 27 años, acudió a la cola a las 22.30 del pasado lunes y a mediodía de ayer, casi 14 horas después, todavía no había conseguido que le atendieran.

"Estoy cumplimentando la residencia de mi niño de cuatro años, tuve que hacer cola para solicitar que me lo dejaran traer y ahora otra vez para sacar su permiso", explica. "Tres veces he venido a las seis de la mañana a hacer cola y no he podido entrar, así que hoy ya he decidido dormir aquí", añade. "Parece que piensan que tenemos todo el día para esperar a que nos toque el turno, cuando la realidad es que perdemos muchas horas de trabajo y no siempre los jefes son comprensivos con esta situación", concluye la asistenta.

Atasco

El mayor atasco administrativo se produce en la obtención y renovación de los permisos de residencia no laborales, ya que se trata de un trámite que también realizaban las otras 11 comisarías de la periferia madrileña que han clausurado provisionalmente sus servicios de atención a extranjeros.Otras gestiones, como las solicitudes de reagrupación familiar, que se han tramitado siempre exclusivamente en la oficina de la calle de Moratín, se han visto afectadas por esa medida, pero sufren un colapso mucho menor.

La burocracia se ceba con los extranjeros que solicitan algún tipo de permiso. En Madrid, los inmigrantes tienen que recorrer un buen número de dependencias oficiales diferentes para conseguir o mantener su residencia legal, y la de sus familias, en el país.

Esta situación se mantendrá hasta que se haga realidad la creación de una oficina única de atención a inmigrantes, prometida en repetidas ocasiones por la Administración central desde 1993, y que ya existe en comunidades como Cataluña. Pero en Madrid, las autoridades no han cumplido aún su compromiso.