Una mujer se arroja de un coche en marcha para escapar de su esposo

María, de 37 años, se jugó la vida para escapar de otra paliza de su esposo. El pasado domingo, siempre según la policía, la mujer se arrojó del coche en marcha en que la llevaba encerrada su marido por la avenida Real de Pinto, en Usera. María, que acababa de ser raptada por su marido, sufrió múltiples contusiones por la caída. También presentaba heridas supuestamente causadas por su cónyuge. María se separó en enero de su marido tras 20 años de matrimonio y cuatro denuncias por malos tratos.

Alejandro M., de 42 años, fue detenido el pasado domingo por la tarde en su domicilio de Usera. La Jefatura Superior de Policía le considera responsable de amenazar y golpear a su mujer. Hoy será puesto a disposición judicial.María Dolores y Alejandro iban a cumplir en mayo 21 años de casados. El matrimonio, según la madre de María Dolores, se empezó a quebrar muy pronto. Según la madre de María Dolores, al año de casados, él le dio una patada con una bota estando ella embarazada. Con el paso de los años, la violencia aumentó de grado. Primero fueron los gritos, luego los empujones y más tarde las agresiones. "Muchas veces ella no denunciaba nada por intentar un arreglo, pero nunca hubo forma de solucionarlo", dijo una vecina de la víctima.

Separación definitiva

María Dolores, madre de dos hijos, había denunciado en cuatro ocasiones a su marido por malos tratos. El pasado mes de enero, tras otra nueva agresión, decidió separarse y, según la policía, abandonó a su marido. Junto a sus dos hijos se marchó a vivir con sus padres al distrito de Villaverde y comenzó los trámites de la separación pese a la oposición de su marido."Él no quería, pero ella estaba cansada de él", dijo ayer un vecino de los padres de María Dolores.

El pasado domingo, la mujer bajó a la calle a tirar la basura. Junto al portal de la casa de sus padres hay un bar. Allí estaba Alejandro, quien la convenció para ir juntos a tomar café y hablar de la separación.

El hombre, sin embargo, se dirigió al polígono industrial de Villaverde. María Dolores se sintió engañada y se bajó del coche cuando el vehículo se encontraba detenido en un semáforo. El marido la persiguió y la golpeó hasta obligarla de nuevo a entrar en el coche. Dentro del coche, Alejandro, según la policía, volvió a golpearla, la tiró del pelo y la insultó. María Dolores no se lo pensó dos veces y aprovechó que su marido había reducido la velocidad para tirarse del coche en marcha cerca de una gasolinera en dirección a Getafe.

El hombre frenó el coche y se lanzó a por la mujer. Ambos discutieron en la calle. María Dolores entró llorando en la estación de servicio. Allí llamó a la policía y luego se encerró en el servicio.

Una de las empleadas trató de auxiliar a la mujer. "Estaba un poco nerviosa, antes la vimos discutiendo con un hombre y luego entró aquí".

Los policías trasladaron a la mujer al servicio de urgencias del Cruce de Villaverde, donde certificaron sus lesiones. Posteriormente, en comisaría, María manifestó que vivía desde enero con sus padres y que inició en febrero los trámites de separación. Añadió que los malos tratos físicos y psíquicos habían sido continuos.

Este periódico trató sin éxito de recabar la versión del abogado del marido.