Hábitos cortesanos

Martes de Pascua, hora punta de la mañana. Tramo final de la calle de Federico Rubio y Gali, completamente atascado en dirección Reina Victoria. Los que circulamos en esos momentos rescatamos la pesadilla vivida a diario en ese tramo durante muchos meses, cuando las obras del metro. Pero no, esta vez no se trata de nuevas obras. Es la descarga desde sendos camiones de gran tonelaje de unas nuevas y flamantes motocicletas para la Policía Nacional. Da la casualidad de que uno de ellos se ha situado para la descarga en un punto que bloquea notablemente la circulación. En los labios de los conductores se adivinan palabras sobre la clarividencia de los responsables de escoger el momento y lugar para descargar las motos.Día siguiente, a la misma hora y en el mismo lugar. La manzana del edificio de la Policía Nacional, invadida por los coches oficiales de las incontables autoridades que han acudido (se supone) al estreno de las flamantes motos. Pero esta vez no falta de nada para facilitar la circulación: conos en la calzada, carril suplementario, policías nacionales y municipales por doquier dirigiendo el tráfico... Se ve que alguien ha pensado en ello.

Al final de esta anécdota surge una pregunta: ¿algún día, en esta Villa y Corte, los hábitos cortesanos dejarán paso a los hábitos ciudadanos? ¿Dejaremos de ser súbditos?-