Albania cede a la OTAN el control total de su espacio aéreo y sus puertos
ENVIADO ESPECIALEl Gobierno albanés ha dado un nuevo paso en su implicación directa en la guerra de Kosovo. El ministro de Exteriores, Paskal Milo, anunció ayer que su país transfiere el control de su espacio aéreo, de los aeropuertos y puertos a la OTAN, tanto para llevar a cabo operaciones militares desde su territorio como para incrementar la llegada de la ayuda humanitaria.
Pese a lo espectacular del anuncio, la realidad, una vez más se ha anticipado. La OTAN dirige desde hace días el aeropuerto internacional de Tirana, donde está levantando un gigantesco campamento de "doble uso", es decir, susceptible de ser utilizado como base en una eventual campaña terrestre en Kosovo.
Los técnicos estadounidenses le van a equipar en breve con los instrumentos necesarios para la navegación nocturna y asegurar su utilización durante las 24 horas del día. En el norte del país existen bases militares subterráneas que podrían servir para camuflar helicópteros de combate. Aunque, en el caso de los Apache, la Alianza parece haber optado por posponer su llegada y acondicionar una instalación o levantar una nueva en un lugar secreto de Albania.
El puerto de Durres está, de hecho, en manos italianas. Allí desembarcarán probablemente las tropas españolas. En él amarran a diario decenas de barcos cargados con ayuda humanitaria. Es la Operación Arco Iris que da alimento y cobijo a cientos de miles de refugiados.
Ofensiva inevitable
Entre la población albanesa, muy sensibilizada por la crisis kosovar, y entre las autoridades albanesas existe el convencimiento de que la ofensiva terrestre -sea con el envío de tropas extranjeras o con el rearme del Ejército de Liberación de Kosovo- es inevitable y que, de llevarse a cabo, Albania será el portaviones.Macedonia, con su compleja diversidad étnica, es segundo plato en todos los menús estratégicos.
En Albania, población y Gobierno, consideran que esta guerra es la última oportunidad del país para situarse en el mapa y beneficiarse de la masiva llegada de ayuda y dinero. El único problema de este país, a la deriva desde la caída del régimen comunista -uno de los más herméticos y paranoicos de Europa del Este- es que el control real del poder descansa en las mafias. Éstas, con el juego de abalorios en la mano, ya hacen cuentas y aplauden la acción de la OTAN.
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