VISA ofrece rebajar del 6% al 4% la comisión máxima por tarjeta en comercios
La Confederación Española de Comercio quiere un tope del 2,5% aunque pague el terminal
La guerra de los comerciantes contra las comisiones que les cobran los bancos cuando sus clientes pagan con tarjeta de crédito o débito ha dejado un hueco a la mesa de negociación. Mañana lunes, en la Secretaría de Estado de Comercio, se sentarán a negociar VISA-España y 4B, en representación de las tarjetas, con la Confederación Española de Comercio y CECOMA, en representación de los comerciantes, y el director general de Comercio Interior, José Luis Marrero, como mediador. Será la segunda de una serie de reuniones semanales que deben concluir antes del 10 de mayo y la disposición de ambas partes, según Marrero, "es acortar distancias". En la primera reunión, el martes pasado, nadie habló de cifras, pero ambas partes tienen una oferta con la que intentar convencer a la otra.José Manuel Gabeiras, director general de VISA-España, admite que unas comisiones del 6% son "injustificadas y excesivas" y ve "razonable" bajar el máximo hasta el entorno del 4%. A su juicio, pasar a una banda entre el 0,5% al 4% colocaría las tasas de descuento cobradas a los comerciantes "a nivel europeo".
La Confederación Española de Comercio, la mayor agrupación de comerciantes de España, también pretende acortar la horquilla, pero el 4% de descuento máximo le parece aún mucho. Defenderá bajar el máximo hasta el 2,5% aunque, a cambio, está dispuesta a que los terminales de punto de venta (los TPV) dejen de ser gratis.
Pagar por los TPV
Los TPV son los datáfonos que los bancos facilitan a los comercios para que éstos puedan cobrar con las tarjetas. Según un estudio del Banco de España, esos aparatos sólo son gratuitos, en Europa, en España y Portugal, y éstos dos son precisamente los países en los que se cobran comisiones más altas a los comercios por las operaciones con tarjeta. En Alemania y Reino Unido, por ejemplo, se abona un alquiler mensual, y en Italia los comercios desembolsan un pago único. Al ser gratis, los comercios españoles suelen tener más de un TPV pese a que los que instalan todos los bancos son compatibles entre sí y muchas de ellas se utilizan poco o nada.La Asociación Española de Banca, en el informe de su última asamblea anual, el pasado 24 de marzo, destacaba que en 1998 había 728.000 TPV instalados en España. En cada uno, por término medio, se pagaron compras por 4,7 millones de pesetas a lo largo del ejercicio. "No obstante", subrayaba la AEB, "hay que mencionar la escasa utilización de un gran número de TPV instalados al no alcanzarse dos transacciones diarias de promedio y 15.000 pesetas diarias de importe".
La Confederación Española de Comercio no quiere que la baja utilización de algunos de estos terminales sea "la excusa" para mantener elevadas comisiones. Por ello, está dispuesta a que la negociación incluya algún pago por el datáfono que, en la práctica, deje fuera a los comercios que lo utilizan poco. "No podemos defender a comercios que hagan menos de 40 operaciones al año por tarjeta", aseguran.
Los representantes de las tarjetas y de los bancos admiten que han colocado gratuitamente los TPV como parte de su estrategia comercial. Añaden que, en todo el proceso, casi lo de menos es lo que cuesta el aparato.
Alfonso de la Viuda, representante de 4B, asegura que el coste de mantener a punto el sistema informático para conectar en escasos segundos con el banco del comerciante, de ahí ir al banco del cliente -que ha emitido la tarjeta-, comprobar si éste tiene fondos para hacer frente a su compra y contestar a la tienda con el visto bueno es más relevante.
El banco del comerciante, que es el que cobra tasas de descuento entre el 0,5% y el 6%, debe pagar al banco que emite la tarjeta otra tasa, denominada de intercambio, que oscila entre el 0,5% y el 5,1%. Con ella se cubren los costes de mantener las tres redes informáticas con que funcionan las tarjetas en España: Sermepa, para VISA-España, 4B, con el BSCH de socio mayoritario, y Red 6000, de la CECA; las tres pertenecen a los bancos. Se cubre también el riesgo de impago del cliente o el de fraude porque, por ejemplo, sea una tarjeta robada, y el adelanto del pago al comerciante si la tarjeta es de crédito.
Débito y crédito
Y es que las comisiones, salvo las más bajas que soportan las grandes superficies, no diferencian entre las tarjetas de crédito y débito. Al pagar con una tarjeta de débito el cobro al cliente es inmediato mientras que las de crédito esperan a los primeros días del mes siguiente. Pero, en ambos casos, la cuenta del comerciante recibe el día siguiente un ingreso por el importe de la compra menos la comisión. En las grandes superficies sí se diferencia entre débito y crédito porque sus sistemas informáticos son más potentes y porque su comisión es muy baja.El director general de VISA-España asegura que el coste medio para los bancos del cliente, los que emiten las tarjetas, de todo este proceso es del 2%, que esa tasa sube hasta el 3% para las entidades más pequeñas y baja al 1,7% para las más grandes. Gabeiras añade que a ese porcentaje hay que sumar los costes que asume el banco del comerciante. Estos costes serán su argumento para defender como "razonable" una horquilla del 0,5% al 4%.
Los representantes de los comerciantes replican que "la solución no puede ser, en ningún caso, bajar a los pocos comercios que tienen un 6% al 4%".
Y es que esa tasa máxima sólo se aplica a masajes y pubs anejos.
Desde la Administración, el director general de Comercio Interior advierte que "el Gobierno ni quiere ni puede imponer nada en esta negociación". José Luis Marrero recuerda que la comisión se creó por mandato del Parlamento y que tiene un mes para intentar un acuerdo. Si fracasa, los comerciantes correrán con el coste económico de altas comisiones, y las tarjetas y la banca con el coste de imagen de no haber sido capaz de negociar con el pequeño comercio, el más débil.
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