Fracasa la misión chipriota para liberar a los tres soldados
El presidente en funciones de Chipre, Spiros Kiprianu, partirá en las próximas horas de regreso a Nicosia con las manos vacías. Su misión, en la que Washington cifraba esperanzas para lograr la libertad de los tres soldados norteamericanos capturados por las fuerzas serbias el 31 de marzo en la región fronteriza entre Serbia y Macedonia ha sido un fracaso. Con rostro sombrío, Kiprianu apareció brevemente ante las cámaras de televisión para explicar algunos aspectos de su entrevista de 90 minutos con el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, en el fuertemente custodiado palacio de Gobierno de Belgrado.Kiprianu dijo que la "intensificación" de los ataques de las fuerzas aliadas capitaneadas por Washington había eliminado de momento la posibilidad de un inesperado gesto conciliatorio hacia Estados Unidos. Detrás de ese argumento, sin embargo, figura la fuerte presión del viceprimer ministro de Serbia, el ultranacionalista Vojislav Seselj, para impedir que se libere a los prisioneros, a los que él define como "terroristas". De ellos se sabe poco. El Gobierno yugoslavo insiste en que están recibiendo buena atención, pero no ha ofrecido nuevas imágenes desde la difusión del primer vídeo, en el que, poco después de su captura, aparecieron magullados, nerviosos y asustados.
Posición invariable
Fuentes gubernamentales en Belgrado afirmaron que la posición yugoslava se mantiene invariable: los soldados no serán liberados hasta que no se produzca un cese de las hostilidades. Alentado por Washington y ansioso de dar a Chipre un papel tangencial y temporalmente protagonista en el conflicto, Kiprianu emprendió su misión el jueves. Pese a informes iniciales según los cuales Milosevic le había hecho un desplante, el veterano líder chipriota consiguió verse con el presidente yugoslavo. Pero ahí terminó aparentemente su ejercicio diplomático. Intentó, eso sí, anotarse puntos con Belgrado afirmando, con referencia a los ataques: "No hay palabras para esto. Todo está a la vista. La única solución debe ser pacífica".No está del todo claro si hay proyectos concretos para reemplazar la misión de Kiprianu con otro personaje de mayor peso político en la escena internacional. Pero intentó pulir sus credenciales políticas frente a Belgrado visitando Aleksinac, la ciudad víctima del llamado "daño colateral" sobre la población civil de las acciones de la OTAN hace cinco días. Allí murieron 13 civiles. La Alianza lo atribuyó a un fallo técnico imposible de investigar por ahora.
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