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La memoria musical de Terezin

Los escolares catalanes que hasta el domingo interpretan la ópera Brundibár, de Hans Krása, en el Mercat de les Flors de Barcelona y los que acudieron ayer a la representación de las 10.30 se fueron a casa habiendo aprendido la mejor lección de historia del presente curso. Una señora de pelo blanco, sentada en la segunda fila, había viajado desde Praga hasta Barcelona para verles interpretar la ópera, y no es profesora de instituto ni de música. Se llama Eva Herrmannová, y como ellos ahora, ella también había cantado Brundibár, pero de eso hace más de 50 años y lo había hecho en un campo de concentración, el de Terezin, a 60 kilómetros al noroeste de Praga, donde llegó cuando tenía 14 años y salió a los 16, al finalizar la II Guerra Mundial, en 1945. Invitada por la asociación Amics del Liceu, Eva Herrmannová vivió ayer una jornada llena de emoción. Superviviente del campo de concentración de Terezin, donde entraron 15.000 niños y, según la Fundación Música de Cámara de Terezin, sólo sobrevivieron 93, los escolares catalanes le dedicaron la representación, y en un emotivo homenaje, que terminó con los niños pidiendole autógrafos, la convirtieron en la protagonista de la función. "Nos han explicado quién es y por eso quiero guardar el programa de la ópera con su firma", decía una niña.PASA A LA PÁGINA 11

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