Comas escapa de la reprobación gracias al apoyo del PP y la abstención de ERC
El Gobierno de Jordi Pujol escapó fácilmente de la reprobación planteada ayer por la izquierda en el Parlament por la actuación del consejero de Bienestar Social, Antoni Comas. Los diputados del Partido Popular (PP) cerraron filas con los de Convergència i Unió (CiU) en apoyo del Gobierno y, además, los ocho diputados de Esquerra Republicana (ERC) prefirieron abstenerse, pese a que en el debate de anteayer su portavoz, Joan Ridao, había sostenido que la única forma de resolver los vicios clientelares del Departamento de Bienestar Social era fusionarlo con el de Trabajo y reorganizarlo de arriba abajo, con otro titular, por supuesto. La abstención de ERC rompió el frente de la oposición y dejó a socialistas e Iniciativa per Catalunya-Verds con la única compañía del Grupo Mixto.
La actitud de Esquerra Republicana responde a la voluntad del partido de diferenciarse del PSC y de los ecosocialistas de IC-V y de no aparecer como integrados en un frente de izquierdas. A cambio, ERC obtuvo de CiU el compromiso de un aumento del presupuesto de Bienestar Social para el año 2000 y la admisión a trámite de una proposición de ley de apoyo a la familia. El aumento acordado responde a una petición común de la izquierda: situar el presupuesto de los servicios sociales en el 4% del presupuesto de la Generalitat. Para el año 2000 eso supondría pasar, según el cálculo de ERC, de los 56.000 millones de pesetas actuales a 80.000 millones. El acuerdo de ERC se extendió también a otros aspectos reclamados por toda la izquierda e incluso el PP, como el aumento de plazas para residencias de tercera edad. Se votó, con el apoyo de todos los grupos, que habrá 2.500 plazas de centros de día en el año 2003 y 7.000 en el año 2005, y que las plazas públicas en residencias de tercera edad se incrementarán hasta un mínimo de 2.700 durante la próxima legislatura y a 7.000 en ocho años. El protagonismo de ERC en este final del debate parlamentario sobre la política de bienestar social del Gobierno de CiU fue criticado tanto por el PSC como por IC-Verds. La diputada socialista Marina Geli lo calificó de "carta a los Reyes Magos" que tiene escasa posibilidad de convertirse en realidad porque el país está llegando, dijo, "al final de esta etapa política". Y porque la legislatura está llegando a su final, en otoño hay elecciones y Geli se mostró convencida de que el año próximo habrá una nueva mayoría de gobierno. Lo que ERC ha hecho, afirmó Geli, es "dar una mano" a un Gobierno que va a la deriva. La diputada Imma Mayol, de IC-Verds, expresó su temor de que la renuncia de ERC a reprobar la política del Gobierno de Pujol en esta materia "sea un anticipo de un futuro pacto a la vasca" tras las elecciones autonómicas del próximo otoño. Se refería a la formación de un frente nacionalista entre CiU, ERC y el Partit per la Independència (PI). Deslucido PP Las propuestas negociadas por CiU con ERC fueron votadas también en su casi totalidad por los diputados del PSC, IC-Verds y el Grupo Mixto, porque éstos habían presentado propuestas similares, cuando no iguales. El diputado de CiU Francesc Codina explicó que su grupo había preferido negociar con ERC porque la actitud sumamente crítica de los otros grupos de izquierda "no lo hacía posible". Codina fue especialmente claro al referirse a los independentistas del PI, que también apoyaron la reprobación, pese a ser teóricamente más afines a CiU. "No se puede negociar con quienes primero te dan un tortazo". En este cruce, el papel más deslucido fue el del PP. Obtuvo la aprobación de las 30 propuestas de resolución que presentó. Pero, a diferencia de las de ERC, no incluían propuestas numéricas ni plazos de aplicación. La mayoría contenían formulaciones como "presentar un estudio", "incrementar en próximos ejercicios", "estudiar la situación", etcétera. Aunque no todas. Una de estas propuestas encarga a TV-3 que emita un informativo semanal en lenguaje para sordos.
