El nuevo contrato-programa de Renfe prevé traspasar la línea Madrid-Sevilla al GIF

El contrato-programa que el Ministerio de Fomento ha consensuado con Renfe prevé el traspaso de la línea del AVE Madrid-Sevilla al ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), que construye la nueva línea entre Madrid-Barcelona y la variante Norte con fondos procedentes de la privatización de empresas públicas. Según este documento, cuyo borrador estudia el Ministerio de Economía y Hacienda, el Estado reducirá sus aportaciones a Renfe para el periodo 1999-2003 a 1.090.822 millones de pesetas, 174.000 menos que en el quinquenio anterior.

Fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda califican el documento de "continuista" y "carente de imaginación" para asumir el reto que debe afrontar Renfe y el propio Estado español de cara al próximo quinquenio, caracterizado por una tendencia a separar la gestión de las infraestructuras ferroviarias de los operadores del servicio de pasajeros y mercancías. El borrador del contrato-programa, según las mismas fuentes, olvida ese objetivo y apunta a una división del ferrocarril español en dos; uno de primera división, al que correspondería al AVE o líneas de ancho internacional, cuyas infraestructuras pasarían a depender todas del GIF, y otro de segunda categoría en el que se integrarán las líneas de ancho español, las de largo recorrido, regionales y cercanías.En ese contexto queda sin definir en qué condiciones se producirá la transferencia de la línea de AVE Madrid-Sevilla al GIF, cuando ha sido la propia Renfe y el Estado quienes financiaron su construcción. "Haría falta otro contrato-programa para el GIF", señalan las mismas fuentes. El documento indica que "antes de entrar en funcionamiento el primer tramo de la línea Madrid-Zaragoza-Barcelona se procederá al traspaso de la línea Madrid-Sevilla. A tal fin se creará una comisión para definir los activos, pasivos y recursos adscritos que correspondan".

Por otro lado, los redactores del texto reconocen la dificultad de que Renfe consiga la rentabilidad de sus distintas líneas de negocio. En el quinquenio anterior ganó pasajeros en las líneas de Cercanías y AVE (un 4% y un 7,5%, respectivamente, frente a una pérdida del 10% en los tráficos al norte) pero fracasó en sus objetivos económicos. Aunque se resignan a que esa tendencia continuará en el próximo quinquenio, el Estado reducirá las subvenciones a la operadora.

Estas compensaciones a Renfe por los servicios de Cercanías, Regionales, AVE, Plan de Viabilidad y Estaciones Comerciales de Viajeros hasta el año 2003 se reducen de los 229.244 millones de pesetas para este año a los 204.246 previstos para el final del periodo.

Recortes. Cercanías sufre un recorte del 30% -la diferencia repercutirá sobre las tarifas de los viajeros- y las Estaciones ven reducidas las subvenciones de 2.985 millones de pesetas a 593, lo que presupone una comercialización intensiva de sus espacios. La nueva estación del AVE de Atocha en Madrid apunta la dirección a seguir; multitud de locales comerciales han empezado a ocultar su arquitectura.

Canon. En la octava cláusula de las 69 de que consta el contrato-programa, los ministerios de Hacienda y Fomento se comprometen a implantar un canon por el uso de las infraestructuras ferroviarias, supuestamente las líneas de ancho internacional. El borrador se limita a indicar que "si en el periodo 1999-2003 se estableciera un canon, el pago y percepción del mismo se reflejará mediante anotación contable en las cuentas de las correspondientes unidades de negocio".

Reducción de plantilla. Renfe cuenta con 34.940 personas en su plantilla. El contrato-programa compromete a la compañía a incrementar la productividad en función de los ingresos de manera que se eleve el valor 112,9 fijado para este año a 146,3 para el año 2003. Para conseguir ese objetivo la compañía reducirá su plantilla actual de 34.940 a 32.608 personas al final de ese periodo, mediante expedientes de regulación, con un periodo de compensación límite de 25 meses por año trabajado. A tal fin se destinarán 12.000 millones de pesetas anuales. El Estado asumirá este coste y la deuda correspondiente al saldo pendiente de los planes de jubilación del periodo 1994/98. Este reajuste de plantilla llevará aparejado el rejuvenecimiento del personal. Renfe incorporará cada año hasta un máximo de un trabajador nuevo por cada cuatro bajas producidas en el ejercicio anterior.

Nuevos trenes. En el periodo de vigencia del contrato-programa, está prevista la entrada en servicio de la segunda línea de alta velocidad, entre Madrid, Zaragoza y Lleida (año 2002). Para la adquisición de trenes que cubran esta línea se prevé un total de 143.415 millones de pesetas en trenes AVE y otros similares provistos de cambio automático de ejes que puedan atender el tráfico entre Madrid y Navarra o La Rioja. El grueso de esta inversión, 109.522 millones, se desembolsará el año 2003. No obstante, el contrato señala que "estas inversiones serán financiadas por Renfe, mediante los recursos generados en su explotación, teniendo en cuenta el canon a satisfacer al GIF por el uso de la línea".

Contabilidad separada. Todas las unidades de negocio de Renfe (Cercanías, AVE, Regionales.) deberán tener durante el periodo de vigencia del contrato-programa una independencia contable más clara de lo que puedan tener ahora, "según los criterios de la Intervención General del Estado". Esta diferenciación permitirá a Renfe acudir a los mercados financieros para endeudarse, con el apoyo de los fabricantes de material.