60 vuelos anulados el último día de paro en Iberia

Los aeropuertos españoles registraron ayer una gran afluencia de pasajeros que regresaban de sus vacaciones de Semana Santa, lo que provocó algunos retrasos, especialmente en las llegadas de vuelos charter. No obstante, "la tranquilidad fue mayor de la esperada", segun los portavoces de los principales aeródromos. El retraso medio oscilaba entre los 14 minutos de Barcelona a los 25 de Madrid.En los principales aeropuertos españoles se suspendieron 72 vuelos, 60 de ellos por la última, hasta el momento, convocatoria de huelga de pilotos de Iberia. Del total, 13 correspondieron al aeropuerto de Madrid-Barajas (10 de Iberia y 3 de Spanair).

El retraso medio era de 25 minutos a las 20.00. Alrededor de la mitad de los vuelos nacionales e internacionales se vieron afectados por retrasos.

El aeropuerto de Madrid vivió una jornada tranquila. Durante todo el día las terminales tuvieron poca afluencia de pasajeros. Las mayores colas se formaron en las salas de llegadas, debido a la operación retorno de Semana Santa. En cambio, las zonas de facturación de salidas se encontraban por la tarde casi vacías, en especial la de nacional.

Fuentes del aeródromo madrileño calificaron la jornada como una de las más tranquilas, a pesar de que fue el día con mayor número de movimientos en la historia de Barajas (932). Sólo fue superado el pasado miércoles Santo por seis vuelos.

El índice de puntualidad en El Prat (Barcelona) se situó en el 71%, una cifra considerada habitual. Igual tónica siguió el retraso medio de los vuelos: 14 minutos, informa Manel Torres. También se anularon 13 de ellos.

El aeropuerto de Málaga fue el más afectado en Andalucía, con una media de retrasos de 20 minutos. Los responsables del aeródromo calificaron la situación como "bastante normal", mientras el aeródromo sevillano de San Pablo registró la cancelación de un vuelo hacia Madrid.

A pesar de las previsiones de las autoridades del aeropuerto, el último día de la operación regreso no fue el más problemático de una Semana Santa que se recordará por retrasos y cancelaciones provocadas por la huelga de pilotos, la falta de controladores aéreos y los problemas de congestión de las rutas aéreas derivados del conflicto bélico en Yugoslavia.

Sin acuerdo en la huelga

La calma de los aeropuertos no presidió, sin embargo, las negociaciones entre Iberia y el SEPLA (Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas), que no lograron ponerse de acuerdo sobre el convenio colectivo.En el último día de huelga de los pilotos, y después de nueve jornadas de negociaciones, ambas partes acabaron sus reuniones acusándose mutuamente de la "responsabilidad" de no haber llegado a un acuerdo hasta ahora.

Iberia afirmó que lo que pretende el sindicato es "gestionar" la empresa mediante la imposición de condiciones "inaceptables" y que para llegar a ese extremo lo que tienen que hacer los pilotos de Iberia es comprar un porcentaje de la compañía.

La empresa reiteró que el desacuerdo se centra en el empeño de los pilotos en no querer hacerse cargo de la tributación a Hacienda por los billetes gratuitos que reciben de la compañía, y en el problema del escalafón para la incorporación de nuevos pilotos.

Por su parte, el portavoz del SEPLA, Santiago Santamaría, afirmó que ellos "acabarían" con el conflicto si la dirección de Iberia "se sentara a la mesa con intención" de cumplir el acuerdo alcanzado el pasado 30 de octubre.

Acusó a la empresa de incumplimiento de los pactos contraídos. Santamaría manifestó que los pilotos se reunirán hoy o mañana para tomar "una decisión" sobre el rumbo que debe tomar el conflicto "que incluye continuar con la huelga".

Iberia ha suspendido durante los ocho días de huelga 400 vuelos, lo que ha afectado a unos 200.000 pasajeros, según cálculos de la compañía.