Las cámaras toman la iniciativa ante el desinterés de los minoristas por el euro Los comercios vascos están entre los más anticuados de España

Las tres cámaras de comercio del País Vasco consideran que los más de 32.000 comercios minoristas de la comunidad autónoma se encuentran especialmente anticuados en cuanto a equipamientos y muestran un enorme desinterés ante la implantación de la moneda única europea, que comenzará el 1 de enero del 2002. Las cámaras han puesto en marcha diversas medidas para modernizar unos comercios que en un 50% de los casos, según una encuesta nacional, consideran que la llegada del euro no les va a afectar.

Las cámaras de comercio vascas creen que la adaptación al euro puede servir para matar dos pájaros de un tiro. Sostienen que se deberían aprovechar la circunstancia para informatizar los sistemas de contabilidad de estas pequeñas empresas. "La mayor parte de ellas tienen unos equipos muy anticuados", señala Koro Otegi, representante de la Cámara de Guipúzcoa. "Todavía ven muy lejana la llegada del euro y apenas han hecho nada al respecto", diagnostica. Según Nerea Samaniego, responsable de Geroa, una experiencia piloto que se realiza en la localidad de Mungia para introducir la nueva moneda europea a la vida cotidiana, el coste medio para la adecuación de terminales de ordenador y cajas registradoras puede oscilar entre las 200.000 pesetas y el millón de pesetas por comercio. Para hacer frente a este desembolso, desde las instituciones se quieren promover acuerdos con las empresas proveedoras de material con el fin de abaratar la adquisición de equipos. "Si se realiza este tipo de compras en bloque se pueden conseguir ahorros importantes", indica Samaniego. Los representantes del sector comercial consideran que los establecimientos vascos están en el furgón de cola del proceso de modernización en España. "En otras zonas hay más presencia de turismo extranjero, lo que lleva a los minoristas a acelerar la actualización de las contabilidades y la exhibición de sus precios según la nueva moneda", resuelve Samaniego. Cursos y charlas Ernesto Velasco, portavoz de la Cámara de Comercio de Bilbao, entiende que la implantación de la moneda única debe estimular a los comerciantes para "ponerse al día ante el reto de Europa". Los tres organismos vascos han programado en los últimos meses una importante cantidad de charlas, conferencias y cursos destinados a informar sobre la nueva situación que entrará en vigor en el año 2002. Dichas jornadas se realizan en colaboración con distintas instituciones además del Gobierno vasco, que tiene previsto participar en subvenciones para la actualización del sector comercial vasco. Escasa presión ciudadana "Una parte del problema nace de la poca presión que aún reciben [los comercios] del ciudadano", señala Andrés Ozaeta, vicesecretario general de la cámara alavesa. "A pesar de que los bancos y cajas ya han adaptado la contabilidad, en la calle aún no se percibe la proximidad del euro". Una mayor implantación de los denominados TPV (terminal punto de venta), que permiten el pago con tarjetas de crédito, es otra de las metas que se han marcado las instituciones vascas. Los especialistas consideran que con la moneda única se va a incrementar en gran medida el uso de este tipo de sistemas de pago"ya que de esta manera la gente se despreocupa de los pagos con dinero y de los cálculos consiguientes". Sin embargo, los comerciantes son aún reticentes a generalizar su utilización al proporcionarles un margen de beneficios menor a causa de las comisiones bancarias. La exhibición de los precios en pesetas y euro de manera simultánea sólo se ha generalizado en establecimientos de cadenas comerciales y grandes superficies, y su generalización es otro de los objetivos que se han propuesto las cámaras de comercio vascas.