Edad, genes y ambiente

Las posibilidades de sobrevivir a una enfermedad oncológica están, en muchos casos, directamente relacionadas con la detección precoz del tumor. Por ello, los especialistas reclaman desde hace unos diez años un programa general de criba en aquellos tumores que pueden ser diagnosticados mediante revisiones periódicas a los grupos de riesgo en la población.En esas características entran de lleno los cánceres femeninos: la realización anual de citologías y bianual de mamografías (a las mujeres mayores de 50 años) se han consolidado como los medios de detección precoz más eficaces.

Hay que señalar, no obstante, que la mamografía por sí sola no basta para dar un diagnóstico positivo. Los especialistas otorgan a esa prueba un margen de fiabilidad que oscila del 85% al 95%. El diagnóstico se confirma realizando una biopsia (análisis del tejido) de la zona que la mamografía muestra afectada por un posible tumor.

Los factores de riesgo para desarrollar un cáncer de mama están directamente relacionados con la edad y la herencia genética. El tener un familiar directo (madre o hermanas) que haya padecido esa enfermedad muestra que hay un índice de riesgo.

El estilo de vida, especialmente el tipo de dieta, influye también muy directamente. El país con mayor incidencia es Estados Unidos, con 103 casos por 100.000 habitantes en Los Ángeles. En Europa, la mayor incidencia se registra en Francia con 85,95 casos por cada 100.000 habitantes. En la Comunidad de Madrid, el cáncer de mama representa el 12% del total de los tumores malignos diagnosticados anualmente. La tasa de mortalidad se sitúa en 24,8 por 100.000 mujeres. Esa cifra es ligeramente inferior a la mortalidad media en España (29,3 por cada 100.000 mujeres).