Un espectáculo de rock sobre Janis Joplin triunfa en teatros regionales de EE UU

La cantante de rock y blues Janis Joplin, que murió a los 27 años por una sobredosis de heroína en 1970, es el objeto de un nuevo musical gestado en el teatro regional de EE UU, lejos de Broadway, que va cosechando un enorme éxito de público allí por donde pasa, especialmente en Cleveland (Ohio). En esta ciudad, sede del famoso Rock and Roll Hall of Fame, la producción se ha prorrogado dos veces por petición popular.

El éxito que ha tenido esta obra puede dar pie a que pronto se pueda ver Love, Janis en los grandes escenarios de Nueva York. En la obra, basada principalmente en las cartas privadas de la artista, así como en sus canciones, tres actrices diferentes interpretan el papel protagonista. Love, Janis parece ser un nuevo fenómeno al estilo Rent, la ópera-rock que al pasar a Broadway se consolidó como uno de los mayores éxitos del musical reciente. Fue creada hace cuatro años por Raudal Myler e incluye una banda de rock que toca en directo y a todo volumen 20 de los temas más conocidos de Joplin, como Piece of my heart o Me and Bob by McGee.

Esta parte más espectacular de la producción se combina con un análisis de la complica da vida emocional de la cantante, su tormentosa relación con las drogas y con su familia, todo lo cual se apoya en textos basados en las cartas que escribió a sus padres desde San Fran cisco.

Una faceta desconocida

Estas cartas precisamente están siendo exhibidas en un montaje especial, acompañado de conferencias, en el Rock and Roll Hall of Fame and Museum, el mayor museo del mundo dedicado a la preservación y difusión de ese género musical. Love, Janis se está representando ahora en un teatro de esa ciudad, que agota todas las noches sus localidades.

Su fugaz carrera y su breve vida han hecho de Janis Joplin un personaje querido, pero relativamente poco conocido, si bien sigue siendo un referente de la presencia de las mujeres en la historia del rock y el blues.

"Las cartas", escribe Bruce Weber en The New York Times, "retratan a una Janis Joplin poco conocida: introspectiva y consciente de sí misma, pero profundamente insegura, ocasionalmente infantil y a menudo solitaria. En su mayor parte se revela como una hija cariñosa que busca el apoyo y la aprobación de sus padres, una chica de provincias descubriendo el mundo".

El espectáculo requiere tales dosis de energía noche tras noche que tres actrices tienen que repartirse el papel de Janis Joplin. Catherine Curtin se encarga del papel en las partes no musicales, las más introspectivas. Y las actuaciones se alternan entre las cantantes Beth Hart y Andra Mitrovich.

Curtin afirma haber encontrado en las confesiones de esta artista una inspiración para su propia vida: "¿no ha sentido el impulso autodestructivo? Eso no quiere decir que no quieras seguir adelante. Muchos pensaban que ella era una tía fea que sabía cantar. Y era mucho más que eso. Yo salgo de la escena cada día dudando de si lo habré hecho bien, a pesar de los aplausos. Y ella me enseña que debo seguir intentando hacerlo mejor".

Janis Joplin, contemporánea de Jimi Hendrix y Jim Morrison, las figuras musicales de referencia inmediata en su carrera, nació en 1943 en Port Arthur (Tejas), en el seno de una familia de clase media. Aficionada a la pintura y a la música folk y blues, se fue de casa a los 17 años para cantar en clubes y aterrizó en San Francisco en plena época hippy.

Su consagración llegó en el año 1967, como cantante del grupo Big Brother en el histórico festival de Monterrey. Pronto se independizó y se erigió en una figura clave de una época de experimentación musical, psicodélica y sexual. Pero sólo grabó dos discos antes de fallecer por una sobredosis en un hotel de Hollywood. Era el año 1970, y su segundo elepé, Pearl, fue editado a título póstumo. La casa Sony editó luego otras colecciones de sus canciones.