El presupuesto del Consell fuerza a la Universidad a recortes de funcionamiento

El desfase entre los presupuestos del Consell y las necesidades reales de las universidades valencianas están forzando a hacer malabarismos. La junta de gobierno de la Universidad de Valencia aprobó ayer un presupuesto global para 1999 de 35.415 millones, que en la práctica, descontando nóminas e inversiones, se queda en 3.688 millones para funcionamiento. Este estrecho margen forzó a acordar recortes del 10% en centros y departamentos.

"El compromiso adoptado en el último claustro de contención del presupuesto afecta a partidas importantes" afirmó ayer el vicerrector de Relaciones Institucionales y de Cultura, Juli Peretó. Esto forzó a la Junta de Gobierno a aprobar un modelo de redistribución del gasto corriente para funcionamiento de centros y departamentos, que está previsto se reduzca en un 10% respecto al ejercicio anterior. También implica otra reducción del 9% en el gasto destinado a suministros (básicamente teléfono y luz). Sin embargo, el equipo rectoral, que dirige Pedro Ruiz, lanzó un mensaje de tranquilidad a la comunidad universitaria, ya que la Universidad está aprovechando la liberalización del sector para negociar servicios más competitivos. "Las negociaciones están prácticamente cerradas", precisó el vicerrector de Economía y Planificación, Francisco Morales. Del presupuesto global previsto por la Universidad de Valencia para 1999, que asciende a 35.415 millones, 19.246 corresponden íntegramente al capítulo de personal, 11.192 millones provienen del Plan Plurianual de Inversiones y 938 millones serán destinados al pago de los intereses que generan los instrumentos financieros (básicamente emisión de deuda) que genera el plan. "En la práctica el presupuesto puro y duro con capacidad de gestión es de 22.934 millones, que una vez descontadas las nóminas, deja unos gastos de funcionamiento real de 3.688 millones". En este contexto, la Universidad de Valencia ha optado por empezar a marcarse objetivos estratégicos de calidad y autofinanciación, en sintonía con "la filosofía del nuevo plan de financiación" elaborado por las cuatro universidades públicas, precisó Peretó. La financiación por objetivos se aplicará inicialmente en 10 servicios de la universidad que, de entrada ya generan ingresos, entre los que figuran los colegios mayores, el Jardín Botánico, el Servicio de Publicaciones. Morales precisó que "además de los objetivos económicos, la estrategia se combina con el logro de retos y objetivos muy claros de calidad y eficacia". Unos retos contenidos en el Libro blanco del sistema público universitario valenciano que, de momento, la Generalitat está desconociendo, ironizó Morales, en referencia a la parálisis en las negociaciones del nuevo plan de financiación y al talante autoritario por el que se ha regido Educación para aprobar la implantación de nuevas titulaciones con criterios que benefician a la Universidad de Elche.