La OTAN pasa a una nueva fase y ataca blancos móviles serbios

La ofensiva aliada se intensifica. Ésta es la orden que el secretario general de la OTAN, Javier Solana, dio ayer a última hora de la tarde. Los aviones aliados atacarán, a partir de ahora, el material móvil del Ejército serbio, como tanques o vehículos blindados. Es la llamada fase dos de la operación. Horas después de este anuncio, Yugoslavia informó sobre el derribo de un F-117 norteamericano a 30 kilómetros de Belgrado. Esta vez sí había imágenes. La noticia, que Washington y Bruselas no quisieron confirmar esta madrugada, causó la angustia en Estados Unidos, donde el presidente Bill Clinton no ha logrado convencer a la opinión pública en esta causa. Italia confirmó el derribo del aparato, una joya de la aviación estadounidense. Esta mañana se desconocía la suerte de sus pilotos, que Belgrado asegura haber capturado. A lo largo del día, varios dirigentes de países aliados dieron detalles sobre los crímenes de las fuerzas serbias, al tiempo que algunos de ellos empezaban a reconocer que la guerra para doblegar al líder yugoslavo, Slobodan Milosevic, corría el riesgo de alargarse. Pero éste no parecía dispuesto a ceder. Las tropas extranjeras, dijo, no se desplegarán en Serbia.