El FMI intenta evitar la suspensión de pagos de la deuda exterior rusa
Camdessus inicia una difícil negociación a pesar de la crisis de Kosovo
El director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, llegó ayer a Moscú para mantener unas difíciles conversaciones con el Kremlin. Los rusos desean que el FMI desbloquee al menos parte del megacrédito acordado en julio del año pasado, pero a cambio el Fondo exige unas condiciones que Moscú se resiste a aceptar. Lo primero que dijo Camdessus al pisar tierra fue que el conflicto yugoslavo no influiría en las negociaciones, declaración que seguramente significa un alivio para las autoridades rusas.
La reunión de Camdessus con el primer ministro Yevgueni Primakov debería haberse celebrado en Washington, pero éste canceló su viaje a EE UU cuando ya estaba a mitad de camino al enterarse de que la OTAN había decidido bombardear Yugoslavia. Rusia ha condenado enérgicamente los bombardeos de la OTAN, y en los mismos momentos en que aterrizaba el avión de Camdessus, los diputados rusos se reunían en sesión extraordinaria para examinar la situación en Yugoslavia.Ahora, la agenda rusa de Camdessus será mucho más apretada y se reunirá no sólo con Primakov, sino también con una serie de ministros y políticos. La primera reunión que tuvo ayer fue con el titular de Finanzas, Mijaíl Zadórnov. "Trataremos de llegar a un acuerdo sólido y creíble, que ayude a vuestro país en estas difíciles circunstancias", declaró Camdessus a los periodistas que le esperaban.
Zadórnov señaló, por su parte, que unas negociaciones exitosas con el FMI y una política exterior ponderada estabilizarían la moneda nacional rusa. En vísperas de la crisis de agosto,un dólar costaba poco más de seis rublos, hoy cuesta 25.
El ministro de Finanzas dijo que el Gobierno presentará al Parlamento un proyecto de ley para aplazar la disminución del IVA hasta el primero de enero del año 2000. Los diputados acaban de aprobar la reducción del IVA del 20% al 15% a partir del primero de julio próximo, medida a la que se opone el FMI, que considera que dicho impuesto es una fuente de ingresos clave para el presupuesto ruso. Además, el Fondo quisiera ver un superávit primario (es decir, sin contar los pagos por la deuda estatal) mayor que el aprobado, reformas del sistema bancario y mayores tasas de exportación al petróleo y el gas.
Camdessus se reunirá asimismo con Víktor Gueráshchenko, gobernador del Banco Central, con el presidente de la Duma y con los jefes de los grupos parlamentarios, entre los que se encuentra el líder comunista, Guennadi Ziugánov, personaje clave si se desea que los diputados aplacen la reducción del IVA y acepten las otras exigencias del FMI.
Rusia necesita el dinero del FMI (el megacrédito aprobado en julio pasado era de más de 17.000 millones de dólares, unos 2,5 billones de pesetas) ante todo para pagar el servicio de la deuda exterior, que este año asciende a 17.500 millones de dólares (de ellos, 4.600 millones los debe al FMI). Los rusos, cuyo presupuesto prevé un total de 22.000 millones de dólares de ingresos, desean renegociar la deuda y conseguir que este año no deban pagar más de 8.000 millones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.