EE UU y la OTAN agotan la vía del diálogo antes de bombardear Yugoslavia

El enviado especial de EEUU Richard Holbrooke llega hoy a Belgrado, igual que los tres mediadores internacionales del Grupo de Contacto, para realizar gestiones diplomáticas urgentes como última oportunidad para evitar los bombardeos con los que se ha amenazado al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, después de su negativa a firmar el plan de paz para Kosovo. "Es la última ocasión para que Milosevic reconsidere su postura", según un alto cargo de la OTAN. Ayer, en la reunión del Consejo Atlántico en Bruselas, los embajadores del Grupo de Contacto -EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia- reiteraron la necesidad de demostrar que los ataques se desencadenarán cuando se hayan agotado todas las vías pacíficas para resolver el conflicto. Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, también reunidos en la capital belga, consideraron la situación "de extrema gravedad", en palabras del español Abel Matutes. Desde Pristina, la capital de Kosovo, el líder moderado Ibrahim Rugova pidió a la comunidad internacional "medidas urgentes para evitar la tragedia". El Consejo Atlántico recibió además informaciones sobre el intenso despliegue de tropas serbias en territorio kosovar inmediatamente después de la evacuación de los 1.381 observadores internacionales de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE). Miles de civiles siguen abandonando sus casas para huir, entre el barro y la nieve, de las fuerzas serbias. La ofensiva se desarrolla en uno de los bastiones del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), la región de Drenica, a 30 kilómetros al noroeste de Pristina. Según la policía serbia, la carretera que une Pristina con Belgrado ha sido cortada por la acción de la guerrilla del ELK.