La Comisión Europea solicita que su relevo se haga lo más pronto posible

El enfrentamiento a muerte entre el Parlamento Europeo y la Comisión dimisionaria de Jacques Santer entró ayer en una tregua después de que el Ejecutivo de la UE pidiera expresamente a los Quince que "nombren una nueva Comisión sin demora". Así disipaban los comisarios la sospecha de los europarlamentarios de que quisieran mantenerse en sus cargos hasta cumplir su mandato, que acaba a finales de año. El canciller alemán, Gerhard Schröder, presidente de turno de la UE, dijo que espera resolver esta crisis en la cumbre de la próxima semana en Berlín. Si no es así, convocará una cumbre extraordinaria antes de junio.

La Comisión saliente emitió un comunicado en el que pone de manifiesto que, si se mantiene en funciones, es porque así lo requiere el Tratado de Maastricht y porque su cese definitivo está en manos de los Quince, a los que pidió "que nombren una nueva Comisión sin demora". El presidente del Parlamento Europeo, José María Gil-Robles, que reclama el relevo inmediato de la Comisión, reconoció en la petición de los comisarios un gesto de gallardía, pero insistió en que los Quince nombren "una nueva Comisión para el tiempo que resta de mandato, es decir, hasta enero del año 2000". La Comisión subrayó su deseo de no tomar iniciativas políticas mientras dure su interinidad. Schröder y varios líderes de la UE desean que una nueva Comisión tome el relevo cuanto antes y que lo haga para cumplir un mandato pleno de cinco años. El canciller alemán quiere tener resuelta esta crisis antes de la cumbre de Colonia, con que cierra su mandato en junio. Hoy tratará el problema con el presidente del Gobierno español, José María Aznar, quien preferiría que la Comisión de Santer continuara en funciones.