Mutualidades
En la página 28 del suplemento Negocios del pasado domingo 7 de marzo figura un reportaje en el que se exponen las ventajas de las "mutualidades" como nuevas formas de protección social complementaria de cara a la jubilación.Ignoro si en el País Vasco, en Cataluña o en alguna de las otras referencias citadas en el artículo la realidad actual, y principalmente la futura, se corresponderá con las maravillosas expectativas expuestas en el artículo.
Lo que sí conozco son las "interesantes ventajas" que según el artículo mencionado ofrece la Mutualidad de Ingenieros Industriales, concretamente de Madrid. Para que esas "ventajas" sean conocidas del autor y del mayor número posible de ingenieros que no pertenecen "todavía" a nuestra mutualidad, puedo indicar que llevo cotizando a dicha mutualidad desde el año 1962 (36 años), con una cuota que en la actualidad ascendía a 103.400 pesetas anuales, y que permitía esperar, al cumplir los 72 años, una pensión de 20.000 pesetas mensuales. Pues bien, ni a los 72 ni a los 92 años tenemos los mutualistas expectativa alguna de cobrar un solo duro. Recientemente, y de forma súbita e inesperada, se nos ha informado que la mutualidad no es viable y entra en liquidación.
No quiero ni calcular la cantidad que tendría actualmente a mi disposición si todo el dinero entregado a la mutualidad en los últimos 36 años lo hubiera simplemente ingresado en una cuenta, corriente o a plazo, en un banco, o si lo hubiera sencillamente guardado en un calcetín.
Perdóneme usted, señor Benito, pero comprenda que estoy convencido de que la mejor forma de dilapidar el dinero, sin obtener con ello ningún placer, es entregarlo a una mutualidad.- .
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