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El Síndic de Greuges se suma a las quejas sobre la falta de geriátricos que hay en Cataluña

El síndic de greuges, Anton Cañellas, se ha sumado a las críticas contra el Departamento de Bienestar Social por la falta de geriátricos que hay en Cataluña. El informe anual que el Síndic acaba de presentar en el Parlament indica que durante 1998 se han constatado "déficits importantes" en recursos para atender a la población mayor de 65 años, tanto en residencias como en centros de día. Cañellas también denuncia la situación de los servicios de atención domiciliaria, competencia municipal, de los que asegura que "están colapsados por la dificultad de ingresos en residencias".

El síndic de greuges ilustra la situación con un caso que le llegó en mayo pasado y en el que una señora, viuda y con un hijo a su cargo, se quejaba de que el 4 de abril de 1997 se había dirigido a Bienestar Social solicitando una plaza en una residencia pública o una ayuda económica para ingresar a su padre y que no había obtenido una respuesta positiva. El síndic pidió el correspondiente informe a Bienestar Social en julio pasado y constató que la petición estaba en lista de espera con fecha de febrero de 1998. El expediente concedía una aportación del Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales de 67.829 pesetas al mes, aunque no se precisaba la fecha de la resolución, la cual quedaba a expensas de la urgencia del caso analizado y de la disponibilidad de plazas o presupuesto. El síndic asegura que el padre de la señora que presentó la queja ingresó en un centro asistencial el mes de agosto del año pasado, es decir, 16 meses después de realizar la petición. Anton Cañellas cree también insuficientes los recursos que se destinan a la atención domiciliaria. "El problema se produce", explica el informe del Síndic, "con las personas mayores que necesitarían estar ingresadas en una residencia, pero que no pueden entrar por falta de plazas. Estas personas son atendidas igualmente por los servicios de atención domiciliaria, con el subsiguiente colapso del funcionamiento ordinario de este servicio". El servicio de atención domiciliaria (SAD) es competencia municipal. Desde noviembre pasado, la parte que aún gestionaba la Generalitat pasó definitivamente a los ayuntamientos. En el caso de Barcelona, la transferencia ha comportado un incremento de 1.000 usuarios atendidos. Actualmente, el SAD de la capital catalana atiende a 4.800 personas, más de un 80% de los cuales son ancianos. En 1995, este departamento daba servicio a 2.400 usuarios. Según el jefe de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Joaquim Costa, la atención domiciliaria, subcontratada a empresas privadas, está muy acorde a la demanda, aunque reconoce que "en algunos distritos de la ciudad se están empezando a crear listas de espera". El informe anual del Síndic pide un mayor esfuerzo a las administraciones en el terreno del cuidado a los ancianos. "Estaremos atendiendo más en función de los recursos disponibles que no de las necesidades que presentan las personas de la tercera edad", advierte en caso contrario. En el pleno del Parlament de la próxima semana, el PSC presentará una moción en la que insta al Consell Executiu a un pacto con los ayuntamientos para que se impulse la red de asistencia domiciliaria. El objetivo sería llegar en tres años a una cobertura del 4%. El PSC también pide la reglamentación de este servicio y unificar los criterios de los cursos de formación de los profesionales del sector.

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