La Junta de Andalucía autorizará esta semana la reapertura a Boliden

La reapertura de la mina de Aznalcóllar está más cerca. La Consejería andaluza de Medio Ambiente ya ha establecido las "correcciones" que deberá hacer Boliden, la empresa propietaria, en el proyecto que presentó al Gobierno autonómico para reanudar la actividad en la explotación en la que se originó, el pasado 25 de abril, el vertido tóxico en el río Guadiamar. La Junta de Andalucía anunció ayer que dará el permiso definitivo esta semana, una vez recibida la evaluación de impacto ambiental, todavía en redacción.

"La Consejería de Industria de la Junta de Andalucía estima que en el transcurso de la presente semana estará en condiciones de otorgar la autorización para la reapertura". Con esta nota, el Gobierno andaluz trató de frenar ayer las especulaciones sobre la marcha de Boliden de Aznalcóllar. La caja de los truenos la había abierto por la mañana el secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien aseguró a los trabajadores de la mina que la empresa había requerido a la Administración autonómica para que se comprometiera por escrito, antes de las 14.00 de ayer, a autorizar la explotación.Méndez explicó en las instalaciones de Aznalcóllar que la empresa pretendía "presionar" a la Junta andaluza para obtener garantías inmediatas de reapertura y facilitar así la contratación en la ampliación de capital que presentó ayer la matriz, Boliden Limited, en el mercado de valores de Toronto. La filial española desmintió haber dado un ultimátum al Gobierno andaluz. "Sería un suicidio", destacaron fuentes de la empresa que, sin embargo, admitieron haber pedido "celeridad" a la Administración y reconocieron que "no se sabe cuál será la decisión del consejo de administración" si el resultado de la ampliación "es negativo".

"La Junta no va a aceptar el chantaje de ninguna empresa", avisó el consejero andaluz de Industria, Guillermo Gutiérrez quien destacó que Boliden tiene permiso para iniciar la extracción de mineral, que no su tratamiento, desde el pasado mes de octubre. Según sus cálculos, el informe de impacto ambiental, el último que debe recibir su departamento para autorizar la actividad minera, "estará listo en dos o tres días".

El consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, adelantó ayer las principales correcciones que incluirá el informe de impacto. Boliden deberá acordar con la Consejería y con una empresa de certificación un programa de vigilancia ambiental y tendrá que entubar el agua que se utilice en el proceso de molienda del mineral.

Estudio ambiental

El estudio ambiental también señala la necesidad de hacer un seguimiento de la flora y fauna de la zona e insiste en que el nuevo depósito, la corta abandonada de Aznalcóllar, debe almacenar sólo lodos tóxicos y no escombros o residuos inertes. Blanco anticipó el informe antes de visitar las parcelas del valle del Guadiamar en las que técnicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas iniciaron ayer la siembra experimental de plantas acumuladoras de metales pesados.

Si el ensayo es exitoso, los técnicos ampliarán la siembra el próximo otoño. "La expropiación o la venta voluntaria de los terrenos es cada día más urgente", destacó el consejero, quien calculó que la Junta andaluza comprará poco más de la mitad de las hectáreas agrícolas (3.500) afectadas.

"El procedimiento judicial durará 8 o 10 años", indicó por su parte la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, en un encuentro con periodistas de información ambiental. Tocino se mostró "tremendamente preocupada por lo lento de la instrucción" y dijo "no entender que al cabo de un año todavía no exista un informe de los peritos judiciales". La ministra urgió a la juez a autorizar a Boliden para que selle el boquete por el que se vertieron los lodos tóxicos. "El sellado es imprescindible para evitar riesgos de un accidente similar", advirtió.