Mintegi matiza ahora que nunca pretendió destruir el estanque de Laguardia

El diputado alavés de Cultura, Mikel Mintegi (EA), se vio obligado ayer a explicar la autorización dada por su departamento para que un importante estanque celtibérico hallado en Laguardia fuera retirado de su lugar original, acto que según diversos expertos hubiera significado su destrucción. Mintegi se defendió de las críticas alegando que la Diputación "jamás" pretendió destruirlo, y atribuyó la desautorización por parte del Gobierno vasco a una "intoxicación" periodística.

El caso surgió al adjudicar el Ayuntamiento de Laguardia, dirigido por el PP, las obras para construir un garaje subterráneo, una residencia de la tercera edad y un bloque de viviendas. Antes de introducir las excavadoras, los promotores debían realizar una prospección arqueológica. De ese estudio, realizado en dos fases, se desprendió que el solar estaba ocupado por un estanque celtibérico con 22 siglos de antigüedad. Más tarde, los expertos aseguraron que se trataba de un ejemplar "único" y "de primer orden". Esas apreciaciones quedaron reafirmadas el 8 de febrero, cuando el Consejo Asesor de Arqueología del Gobierno vasco determinó que el lugar debe quedar protegido y conservarse el estanque. Esa decisión la refrendará en las próximas semanas la consejería de Cultura a través de un expediente. El problema radica en la suerte que le habría deparado al estanque de no existir ese consejo asesor, formado por expertos arqueólogos y las tres diputaciones. Porque la Diputación solicitó el pasado mes de enero al Gobierno vasco retirar el estanque de su lugar original de forma manual. Varios expertos consultados por este periódico, entre ellos el director del Museo Arqueológico Nacional, Martín Almagro, afirmaron que la solución pretendida por el departamento de Mintegi suponía destruir el monumento. La Diputación, cuyo gobierno estuvo apoyado formalmente por el PP hasta el mes pasado, discute a los expertos. Mintegi esperó hasta ayer para dar una respuesta acerca de su actuación, a iniciativa de una pregunta formulada en el pleno de las Juntas Generales por el socialista Juan Carlos Alonso. En su contestación, interpretó que el Gobierno vasco "no ha desautorizado" a su departamento y que de hecho, dijo, "nuestro informe es en el que se ha basado para tomar la decisión". En realidad, el consejo asesor pidió otro estudio a la Universidad del País Vasco, que contradecía a la Diputación. Mintegi ha actuado en apoyo al alcalde de Laguardia, cuya oposición a que se conservara el estanque radicaba en el temor a que se obstruyera la construcción del garaje. Curiosamente, el Gobierno vasco sostiene que, pese a todo, la conservación del monumento es compatible con el aparcamiento. Sólo se perderán unas 60 plazas Mintegi, en su comparecencia ante las Juntas Generales, se defendió diciendo que su departamento "jamás consideró prescindible" el yacimiento y que la intervención en Laguardia se produjo de forma "coordinada" entre el Ayuntamiento, el Gobierno vasco y la propia Diputación. No obstante, no argumentó el porqué de que su equipo recomendase la liberación de cargas arqueológicas del monumento. El diputado de Cultura atribuyó todas las críticas a una "intoxicación muy grave basada en las informaciones de un medio de comunicación, EL PAÍS". Los socialistas, por su parte, acusaron a Mintegi de "subordinar los intereses generales a otros coyunturales" y aplaudió al Gobierno vasco por "poner orden a este caos". "Gracias a él", comentó Alonso, "podremos conservar un estanque que la Diputación deseaba destruir". Aclaró además que la pretensión del departamento de Mintegi de retirar el estanque a otro emplazamiento "es como trasladar con las manos una escultura de la playa a otro lugar".