"Está de moda ser solidario, pero sin moverse del sillón"
Luis Aranguren, responsable del programa de voluntariado de Cáritas Española y autor del libro Reinventar la solidaridad, se muestra escéptico si se le pregunta sobre el supuesto auge de las actividades altruistas. "Está de moda ser solidario, pero sin moverse del sillón ni luchar contra las injusticias", critica este doctor en filosofía nacido en Madrid hace 39 años. Luis Aranguren considera una paradoja que ciudadanos que participan en colectas, jornadas deportivas y actos a favor de los marginados de otros países luego se opongan con uñas y dientes a que en su barrio se instale un centro de atención a toxicómanos o un albergue para indigentes. Pregunta. Puede que sea una moda, pero es mejor que otras.Respuesta. Sí, pero el problema es que las modas son efímeras.
P. Entonces, usted no está muy convencido de que la sociedad madrileña sea cada vez más solidaria.
R. Hay datos que sí reflejan una mayor sensibilidad social que en la década anterior; no olvidemos que uno de los personajes modelo de los años ochenta era el financiero que se enriquecía rápido sin escrúpulos. Por ejemplo, es ilustrativo que el 52% de las ONG españolas se haya creado en los últimos 15 años. Pero creo que todavía tienen más tirón las movilizaciones que reclaman seguridad, sobre todo frente a aquellos que se muestran distintos, como los inmigrantes o los okupas, que las que reivindican una mayor justicia social.
P. Un estudio de la Comunidad de Madrid refleja que medio millón de personas están involucradas en actividades de voluntariado.
R. A mí, esos datos no me convencen, porque incluyen a cualquiera que se haya dedicado a alguna actividad sin ánimo de lucro al menos una vez al mes. Entonces ahí cabría cualquier ciudadano que ha cuidado al hijo del vecino.
P. ¿Ha existido algún hecho clave que haya potenciado la sensibilidad social?
R. Sí, las movilizaciones que tuvieron lugar en Madrid a favor de la cesión del 0,7 para el Tercer Mundo.
P. ¿No abusan las instituciones de la figura del voluntario?
R. Es verdad que hay cierto voluntariado que ocupa puestos que debiera cubrir gente contratada. Pero, al margen de esos casos, el papel del voluntario es complementario al de los profesionales.
P. A veces parece que el Estado quiere inhibirse de la atención social y dejársela a la sociedad civil.
R. Creo que hay espacio para todos, porque ni el Estado ni el mercado, ni la sociedad civil, pueden acometer solos la tarea.
P. Algunos proponen compensar a los voluntarios.
R. A mí me parece que la esencia de cualquier actividad de voluntariado es ayudar a otros sin buscar pago alguno.Gratificarlo es desvirtuarlo.
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