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El PSOE da largas al comité de enlace con el PA hasta enfriar la crisis

"La sangre no llegará al río porque no nos conviene a ninguno de los dos". Con ésta y otras expresiones similares se referían ayer socialistas y los andalucistas a la crisis entre sus partidos, que gobiernan la Junta en coalición, a raíz de la polémica acerca de la fusión de las cajas de ahorro. Aunque ni el PSOE ni el PA han llegado a plantearse la ruptura, la escalada de descalificaciones públicas del vicepresidente andalucista, Pedro Pacheco, ha causado un hondo malestar en las filas socialistas. De momento, el PSOE se niega a celebrar la reunión del comité de enlace que solicita el PA hasta que las relaciones no se normalicen.

La resistencia del PSOE a convocar oficialmente el órgano encargado de velar por el pacto de coalición pretende dar un toque de atención a sus socios sobre la necesidad de guardar ciertas formas, y no rebasar los límites tolerables de discrepancia entre dos partidos que comparten gobierno. Tanto Pacheco, como el secretario general del PA, Antonio Ortega, han obtenido sendas negativas a una reunión inmediata del comité de enlace del consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, y del secretario de Organización del PSOE, Luis Pizarro, en las dos ocasiones que lo han intentado: hace quince días y ayer miércoles. Los socialistas argumentan que las acusaciones de "intereses ocultos" en el proceso de la fusión de la cajas reviste una especial gravedad, porque ya han sido muchas las ocasiones en que han optado por callar ante los embates del PA a través de los medios de comunicación o las exigencias de cotas de poder. "Esta actitud de desmarque permanente no puede terminar sistemáticamente en una foto en la que los andalucistas salgan reforzados", explicó un dirigente socialista, quien afirmó que no habrá reunión hasta que las aguas se calmen. En el haber de agravios de los andalucistas hacia el PSOE figuran los "cariños" del PA a los populares, con la presencia de Ortega en el congreso nacional del PP, y los "abrazos" a Javier Arenas, así como la solicitud de entrevistas con los ministros. También está en la lista de reproches la exigencia del nombramiento de una persona del PA para el Canal 2 Andalucía de entre una relación exclusiva de políticos; y, últimamente, la pretensión de que el proyecto de ley de Turismo no pase por el Gobierno, sino que la planteen los grupos parlamentarios para acelerar su aprobación. A esta larga letanía de cuentas pendientes se unen otras protestas -la mayoría relacionadas con la bisoñez de los andalucistas en materia de gobierno- que no pasarían de la categoría de anécdota si no fuera porque se contabilizan por si hay que pasar factura como pequeñas zancadillas. El PA también entona sus quejas y asegura que tuvo que enterarse del contramedicamentazo por los periódicos desde Bruselas y no fueron consultados para la subida de las pensiones no contributivas y asistenciales. La posibilidad de que se produjeran desencuentros ante las elecciones municipales fue estudiada por ambos partidos en la reunión del comité de enlace del pasado mes de septiembre. Aún así, la intervención del presidente Manuel Chaves en la polémica de las cajas abrió un frente inesperado. Sobre todo por los ataques de Pacheco al jefe del ejecutivo, lo que provocó una salida en bloque de la ejecutiva socialista para cerrar filas con su secretario general y responder al andalucista. Posteriormente, fue el propio Chaves quien instó al alcalde de Jerez a no "ensuciar más" el debate. "Espectáculo público" En el lado andalucista, ha sido precisamente la crítica de Chaves la que ha molestado más profundamente, por lo que Antonio Ortega también ha defendido públicamente a su vicepresidente. Mientras los partidos de la coalición de Gobierno se han cruzado un puñado de insultos, populares e Izquierda Unida se han mantenido al margen, contemplando el partido de pimpón. "Estando básicamente de acuerdo, hemos sido las formaciones del Ejecutivo las que hemos dado el espectáculo público", reflexionó un dirigente socialista. En el PSOE, además, han proliferado los reproches por la manera en que se ha llevado el proceso de la fusión (sin consenso ni diálogo previo) desde que Chaves se comprometió en el Parlamento a impulsarlo "sin prisas pero sin pausas". La mayoría de las críticas apuntan hacia la consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez, aunque éstas no han llegado más lejos, sobre todo después de que el propio presidente salira públicamente en su ayuda el pasado domingo. La cúpula del PA se reunió el pasado miércoles para reconducir el proceso y acordó solicitar el hasta ahora fallido encuentro entre ambos partidos. Una vez frenado el proceso de fusión rápida de las cajas después del revuelo originado, los andalucistas tienen como principal objetivo aprobar la ley de Cajas cuanto antes. Ni el PSOE ni el PP quieren que se produzca antes de las municipales, para no complicar la campaña electoral, aunque los socialistas sí pretenden que salga adelante en esta legislatura.

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