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Cruyff fue un jugador maravilloso, genial, inteligentísimo y con un cambio de ritmo infernal. Su pasmosa aptitud para hacer fácil lo más difícil quizá se deba a que poseía un sexto sentido que le hacía actuar en el momento exacto y de manera rápida, inesperada e ingeniosa.Venimos discutiendo sobre quién ha sido el mejor jugador del Siglo. Para la gran mayoría, Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona son los mejores -nosotros no nos olvidamos de Puskas-, pero, ¿quién ha sido el número uno?

Mientras que Pelé y Maradona tenían un juego personal, característico, diferente, Di Stéfano y Cruyff concebían un juego muy semejante, y nunca permanecían callados durante los encuentros. Hablaban y gritaban sin cesar, y lo mismo se dirigían a los compañeros que a los árbitros, adversarios o públicos. Otra característica de ambos era su ansia de mando y su afán de victoria. Quizá la diferencia a favor de Di Stéfano esté en que era mucho más polivalente, gracias a su poderosa resistencia. Pero Cruyff superó a todos en su conocimiento del juego, en el dominio de su "lógica". Es elocuente que el entrenador Kovacs le regalara un cuadro cuando salió del Ajax con esta dedicatoria: "Al mejor jugador táctico del Mundo".

Esta gran maestría táctica le convirtió luego en un gran entrenador. Quizá en el mejor. Pocos técnicos tienen un palmarés como el de Johan. Pero los títulos, siendo tan importantes, no son lo más valioso de Cruyff. Para nosotros existen cosas superiores:

1. Su forma de concebir el fútbol impuso un estilo admirado en todo el mundo. Quitó a un defensa y colocó a tres delanteros haciendo renacer a los extremos que pisaban casi la cal de las bandas, con lo cual recobró uno de los principios esenciales del juego ofensivo: formar un amplio frente de ataque a todo lo ancho del campo. El equipo atacaba constantemente, pero sin prisas, con paciencia -toque, toque, toque-, buscando el momento de acelerar el juego y plantarse ante la puerta adversaria. Así se gestó el Equipo de Ensueño.

2. Como había hecho en el Ajax -Van Basten, Bergkamp, Rijkaard...-, también en el Barça sacó a chicos de la cantera -Milla, Guardiola, Iván de la Peña, Óscar, Roger, Celades...-, demostrando que para lograr un gran equipo deben convivir la experiencia y la juventud, la calidad y la ilusión. Igualmente demostró que sólo los chicos formados dentro del club pueden identificarse con sus colores.

3. También ha logrado que hoy en España se ame el "fútbol-fútbol". Cuando llegó como entrenador, sólo se concebían la destrucción, la violencia y los puntos. Estos planteamientos realmente mezquinos y basados en la equívoca creencia de que era lo único que garantizaba buenos resultados, gracias a Cruyff sufrieron un durísimo golpe que ojalá fuera definitivo.

Tras realizar como jugador y entrenador en el Barça una labor tan extraordinaria, seguro que ustedes piensan que sigue en el club como máximo responsable técnico y que se le ha erigido una estatua. Pues no. Le enviaron a casa.

Pero igual que el árbol tras los fuertes y duros fríos tiene otra reconfortante primavera, llegará un día en que Johan vuelva al Barça para deleitar, ilusionar y enseñar a sus futbolistas y seguidores. Y cuando llegue ese gran día del retorno, nosotros desde algún lugar le observaremos embelesados. Mientras, seguiremos musitando: "Gracias, muchas gracias, Johan".

Laureano Ruiz fue entrenador del Barça cuando Cruyff jugaba en el equipo.