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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Del Programa de Garantía Social

Cuando en el mes de agosto de 1998 solicité al Ministerio de Educación y Ciencia el Programa de Garantía Social para mi hija, que tenía 18 años entonces, ahora tiene 19, con una deficiencia psíquica ligera, no sabía que iba a tener como aula una "pocilga", así es como la llama mi hija, yo la llamo "almacén de muebles viejos" o "caseta del perro", por encontrarse aislada del resto de los alumnos del instituto y por el mobiliario que tiene. Esta pocilga se encuentra en el Instituto de Educación Secundaria Butarque, de Leganés.Para conseguir que mi hija hiciese un curso de horticultura tuve que luchar contra viento y marea, algo a lo que ya estoy acostumbrada.

Por parte del Ministerio de Educación y Ciencia todo eran negativas: unas veces había muchos alumnos y otras no había suficientes. Para buscar alumnos interesados, mi marido y yo escribimos a los medios de comunicación de Leganés; nuestra carta se publicó en el mes de marzo en todos los medios, excepto en la revista La Plaza, en la que no salió hasta el mes de agosto; la revista que preside José Luis Pérez Ráez, alcalde de Leganés.

Para mí, como madre, la mayor decepción me la llevé el 25 de marzo de 1998, cuando acudí con mi hija a que se hiciese la revisión en el Centro Base de Minusválidos número 4, centro dependiente del Ministerio de Asuntos Sociales; allí no sólo no me admitieron la carta, sino que intentaron quitarnos la ilusión sobre el Programa de Garantía Social, amenazándonos con que este programa iba a desaparecer, ofreciéndonos a cambio talleres ocupacionales, sobre los que no tengo nada en contra; pero mi hija tenía las ideas muy claras y lo que quería en ese momento era el Programa de Garantía Social por dos años anteriores tan maravillosos que había vivido haciendo el curso de pintor-empapelador.

Me pregunto cuándo se les van a respetar sus decisiones y a valorarles como seres humanos. Quiero dejar claro que mi hija sabe muy bien hasta dónde llegan sus limitaciones.

Por último, quiero decir que, desde que me entrevisté con el director del Instituto de Educación Secundaria Butarque, el pasado 14 de enero de este año, sólo se han cambiado algunas cosas, como muebles, se ha instalado calefacción, de la que antes se carecía, y se ha comprado material, bastante escaso anteriormente.-

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