"Cantautor es una palabra muy noble"
Compositor y cantante, Víctor Manuel lleva 30 años de carrera musical sin haber perdido el favor del público, no sólo gentes de su generación, sino también quinceañeros que tararean sus canciones o acuden a sus recitales. Nacido en el pueblo asturiano de Mieres en 1947, Víctor Manuel se declara cantautor, aunque parezca una palabra pasada de moda, y no le produce ningún miedo la definición. "Cantautor", comenta, "es alguien con cosas que cantar y que pueden interesar. Cantautor es una palabra muy noble y, tras unos años de un cierto estancamiento, ahora asistimos a una renovación de músicos de este estilo con nombres como Pedro Guerra y Javier Álvarez. En cualquier caso, son chavales que han llegado a la música sin la necesidad de matar al padre".Tímido y afable a un tiempo, más compositor que cantante, Víctor Manuel acaba de lanzar al mercado Cada uno es como es, su primer disco en solitario en varios años tras un periodo de colaboraciones musicales con Pablo Milanés o con el grupo formado por Ana Belén, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, con quienes recorrió España en 1996 con El gusto es nuestro. Ahora, una docena de canciones integran Cada uno es como es, cuyos temas basculan entre estrofas de amor y letras de compromiso social en una deliberada fidelidad a su trayectoria y cuya música incluye más orquestación y arreglos que en otras ocasiones. "He grabado con Antonio García de Diego", explica, "sin ningún tipo de prejuicios a la hora de abordar las distintas canciones. Así, hemos dado a cada tema los instrumentos o los arreglos que encajaban mejor. Yo no pretendo gustar a todo el mundo porque, en ese caso, me dedicaría a componer melodías para el hilo musical. Por otra parte, conozco mis limitaciones como cantante y por eso intento hacerme los trajes, las canciones, a mi medida".
Mujeres fuertes
La mujer aparece una y otra vez en sus canciones. "Quizá", señala Víctor Manuel en las oficinas de su productora, "mis últimas canciones amorosas apunten más a la ternura o a un acercamiento sin tanta carne. En este disco aparece un tipo de canciones con un enfoque nuevo, como Mujer de humo. Hablo de esas mujeres que se esfuman, que nunca llegan a ser tuyas. Lo cierto es que las mujeres han protagonizado la mayor revolución de este siglo y su irrupción en todos los ámbitos ha dejado a muchos tíos con el pie cambiado". Casado con la actriz y cantante Ana Belén, cuyas fotos de niña y de adulta dominan el despacho del músico, Víctor Manuel reconoce que le fascinan las mujeres fuertes, "aquellas que ponen en tensión los límites y te obligan a negociar, a pactar, a aprender con ellas y de ellas". A finales de mes iniciará una gira por varios teatros españoles con un punto de vértigo tras un largo tiempo sin pisar los escenarios en solitario. "Pero es curioso", señala, "que mantenga la calma cuando actúo en directo. Suena increíble, pero prefiero cantar en una plaza de toros ante 20.000 personas que en el salón de mi casa ante un reducido grupo de amigos".Regresa a las tablas, pero ha tirado la toalla en sus incursiones en la producción cinematográfica. "Abandoné mis proyectos de cine en 1993 porque aquel trabajo representaba para mí un auténtico tormento, al margen de que me obligó a dejar de cantar. Perdí mucha pasta en una época en la que el cine español atravesaba una crisis grave con una cuota de mercado que no llegaba al 7% frente al 12% actual. También resultó desalentador que mi tarea como productor fuera más conocida por la polémica de las películas de Isabel Pantoja que por títulos como Divinas palabras".
A pesar de sus triunfos profesionales y de estar casado con una de las mujeres más deseadas de España, Víctor Manuel no tiene conciencia de ser un tipo envidiado. "Llevo muchos años de escenario y lo que me ocurre me parece ya algo normal. Algunas cosas me han salido bien y otras han tenido un final horrible. En esta profesión no conviene creerse un dios ni un desastre".
Babelia
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