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Una sentencia disculpa un error médico que acabó en muerte

La Audiencia de Barcelona ha revocado una sentencia de un juzgado de Primera Instancia que condenaba al Hospital de Bellvitge y al Institut Català de Salut (ICS) a pagar 18 millones de pesetas por la muerte de un enfermo en urgencias. Para el tribunal, un error de diagnóstico cometido por la doctora de urgencias, que posiblemente condujo a la muerte del paciente, "no puede sin más ser generador de responsabilidad" ya que, "en definitiva, el ser humano se equivoca".La sentencia señala que "no cabe exigir" a los médicos "una diligencia extraordinaria o una capacidad de apreciación o intuición fuera de lo común" y asegura que "no siempre el diagnóstico precoz y tratamiento inmediato son garantía absoluta de curación".

La noche del 17 de abril de 1990 el enfermo acudió al servicio de urgencias de Bellvitge con dolores en el abdómen y vómitos. La doctora encargada de clasificar a los pacientes atribuyó los dolores a uno úlcera duodenal que sufría desde hacía tiempo el enfermo, y consideró que su atención sanitaria no era urgente. Al paciente le sobrevino de forma repentina un fuerte dolor en el pecho y murió de un paro cardíaco sobre la una de la madrugada del día 18. El fallecido tenía 36 años y no se hallaba dentro del grupo de riesgo coronario.

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