200 parejas están a la espera para acoger a niños desamparados

Doscientas parejas madrileñas están a la espera de poder abrir las puertas de su hogar a un niño desamparado a través del sistema de acogimiento familiar, distinto a la adopción, según la Comunidad de Madrid. El problema no es que en las residencias regionales no haya niños tutelados que puedan beneficiarse de esta medida. "Lo que ocurre es que las familias quieren bebés sanos que al final puedan ser adoptados, cuando los niños que tenemos susceptibles de acogimiento suelen ser mayores, con problemas de salud y con una situación legal que impide la adopción", explica Esperanza García, directora del Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF), de la Comunidad.El acogimiento familiar es una medida que pretende dar un hogar alternativo a la residencia institucional a niños que no pueden vivir con sus padres pero que tampoco reúnen los requisitos legales para ser adoptados. En estos casos el chaval, aunque viva con los padres acogedores, tiene contacto con la familia biológica. Se trata de una medida que puede interrumpirse, no definitiva como la adopción.

La mayor parte de los acogimientos que concede en la actualidad la Comunidad finalizan en adopción. Apenas se realizan acogimientos transitorios. Existe una experiencia de acogimiento temporal de corta duración, denominada programa Canguros, que desarrollan diez familias de Leganés, San Sebastián de los Reeyes, Latina y Carabanchel.

Cada año salen de los centros del IMMF cerca de un centenar de niños en acogimiento familiar. Lo difícil, según explica García, es conseguir padres acogedores para chavales discapacitados o con enfermedades graves como el Sida. "Estamos intentando potenciar esos acogimientos especiales", añade García. Hace cuatro años el Ministerio de Asuntos Sociales organizó con la asociación Mensajeros de la Paz la campaña Lo querrás como un hijo que perseguía ese mismo fin.