Oleada de detenciones en Cuba para evitar protestas durante el juicio a cuatro disidentes
El juicio contra los cuatro miembros del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna -Vladimiro Roca, Félix Bonne, René Gómez Manzano y Marta Beatriz Roque- comenzó ayer en La Habana en medio de extremas medidas de seguridad y después de un fin de semana negro para la oposición. Al menos 34 disidentes fueron detenidos y a otros 31 se les prohibió salir de sus casas, informó el lunes el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, Gerardo Sánchez. "Parece que se trata de evitar incidentes, pero es la mayor ofensiva contra la disidencia desde el derribo de las avionetas en 1996", advirtió.
Las fuertes medidas de seguridad en los alrededores del tribunal, que juzga a los cuatro acusados de "sedición" e "instigación para subvertir el orden social", vinieron precedidas de una campaña de detenciones de disidentes. Entre los 34 detenidos desde el viernes hay veteranos activistas de derechos humanos, como el septuagenario Jesús Yáñez Peletier; periodistas independientes, como Lázaro Rodríguez, y miembros de los partidos y organizaciones que dirigían los cuatro disidentes que son juzgados desde ayer. Gerardo Sánchez informó de que ayer, a las cinco de la madrugada, un grupo de siete opositores fue advertido por la policía de que ese día no podrían salir a la calle. Al menos 31 personas han recibido la misma prohibición policial."Son medidas preventivas. Con ellas se pretende que no se produzcan manifestaciones de apoyo y solidaridad con los cuatro
[los miembros del Grupo de Trabajo de la Disidencia]", afirmó Sánchez. Su opinión es que, cuando termine el juicio, todos serán liberados, pero aun así, dijo, se trata de la mayor "represión contra la oposición" desde el derribo por cazas de combate de la Fuerza Aérea cubana de dos avionetas de la organización Hermanos al Rescate el 24 de febrero de 1996 y en el que murieron cuatro pilotos de este grupo anticastrista.
En medios diplomáticos las detenciones eran vistas con preocupación, aunque también con cautela. "Es lamentable, pero hay que esperar a ver qué ocurre en el juicio", comentaba un diplomático europeo. El criterio es que las "detenciones preventivas" serían "un mal menor" si, finalmente, los cuatro disidentes son absueltos o sancionados a bajas condenas. "Aun así", advertía otro diplomático, "el golpe del fin de semana ha sido arbitrario y de una dureza extrema".
El juicio debía haberse celebrado en el Tribunal Provincial de La Habana, donde se ventilan normalmente las causas por delitos contra la seguridad del Estado, pero las autoridades lo trasladaron, sin explicar los motivos, a otro tribunal menos céntrico, en el barrio de Marianao. Allí, en un despliegue poco habitual, cientos de policías y agentes de seguridad, vestidos de uniforme y de civil, coparon los alrededores del tribunal desde las siete de la mañana y cortaron la calle de acceso.
Cerco policial
La policía no permitió la entrada a la sala de los periodistas y diplomáticos de España, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Suiza y Canadá que acudieron al tribunal ante las expectativas que ha levantado el juicio. "Se ha decidido celebrar la vista a puerta cerrada", dijo uno de los policías de civil que custodiaban la zona. Posteriormente, los allí reunidos fueron obligados a situarse a 200 metros del lugar. Roca, Bonne, Gómez Manzano y Roque están acusados de sedición, delito por el que la fiscalía pide seis años de cárcel para Vladimiro Roca y cinco para el resto de los encausados. En sus conclusiones provisionales, a las que tuvo acceso EL PAÍS, la fiscalía acusa a los disidentes de "invitar a subvertir el orden socialista mediante el boicoteo a las elecciones convocadas para el año 1997" y de tratar de presionar con cartas y comunicados a los inversores extranjeros para que incumpliesen lo dispuesto en la Ley de Inversiones.Según el fiscal, los disidentes realizaron sus acciones "sin requerir del empleo de las armas ni el uso de la violencia", pero con el propósito "inequívoco de socavar la estabilidad del Estado socialista cubano", por lo que, dice, se justifica la acusación de sedición.
"Ellos no han cometido ningún delito. Son inocentes y están presos solamente por disentir del Gobierno; por eso esperamos que salgan en libertad", dijo, antes de entrar al tribunal, Magaly de Armas, esposa de Vladimiro Roca. Su abogada, Amelia Rodríguez, pedirá la absolución por considerar que no hubo delito alguno. René Gómez Manzano, quien es abogado de profesión, tenía el propósito de asumir él mismo su defensa, pero hasta ayer no se sabía si esto sería permitido por el tribunal.
Según los familiares de los cuatro, quienes pudieron visitarlos el viernes en las dependencias de la seguridad del Estado en Villa Marista, ninguno está dispuesto a abandonar el país, si ésa es la condición de las autoridades para dejarlos en libertad.
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