"La relación con la gente es lo mejor que tiene la fotografía"

Cristina García Rodero (1949, Puertollano) lleva 25 años retratando las fiestas y costumbres de España. Ahora trata de buscar en Latinoamérica y la Europa mediterránea historias diferentes que contar. Se apasiona cuando habla de su trabajo y dice que para ella lo más importante es el contacto con la gente y las historias que hay detrás de cada una de las imágenes que ha conseguido plasmar. Se considera una fotógrafa documental y huye de cualquier otra etiqueta. El sábado presentó en San Sebastián una veintena de fotos de su nuevo trabajo dentro de las I Jornadas Digitales que se han celebrado en esa ciudad. Pregunta. ¿Qué tiene la fotografía que no ha conseguido ser desbancada por las nuevas técnicas audiovisuales? Respuesta. En mi caso, el contacto con las personas, para mí eso es lo mejor que tiene la fotografía. La relación con la gente, la poesía y el misterio, dentro de una realidad. P. ¿Tiene algo de mágico ese mundo? R. Real, pero mágico, según los ojos de quien lo mire. P. ¿Qué es capaz de ver un fotógrafo cuando se pone detrás del obturador? R. Imágenes que cuentan historias. El resto de las personas podrían ver lo mismo que un fotógrafo, lo que pasa que es que éste está entrenado para ver, es su vocación, a ello se dedica y desarrolla una sensibilidad. Cuando salgo con una cámara veo muy poco y cuando me la coloco en el ojo empiezan a suceder montones de cosas a mí alrededor. Yo creo que es el deseo de ver y de comunicar P. ¿Son elementos imprescindibles la sensibilidad y técnica? R. La técnica tiene que estar al servicio de lo que uno quiera contar y la sensibilidad es un matiz que enriquece. No necesario, para mí imprescindible, pero no necesario. Cuanta más sensibilidad, mejor conectas con la gente. P. Ha fotografiado durante 25 años las fiestas populares de España. ¿Han cambiado mucho esos festejos durante ese tiempo? R. La transformación ha sido más en la sociedad, hay mucho más interés para todo lo que es autóctono, las autonomías se han preocupado por recuperar y guardar todo lo que forma parte de su identidad. Han ido a proteger y rescatar todo lo que signifique rasgos de identidad y también ha habido preocupación para recuperar tradiciones, una situación económica mejor que ayuda a enriquecer estas fiestas. P. ¿Ha perdido el español el complejo de inferioridad con respecto a otros europeos a la hora de mostrar su cultura? R. No sé los demás. Yo estoy orgullosa de poder mostrar la riqueza que tiene España y cuanto más viajo, más cuenta me doy de ello y más feliz estoy de ser del país que soy, porque tenemos una riqueza de tradiciones, una imaginación, una creatividad que no encuentro en otros países. En esas fiestas hay fuerza, vitalidad, alegría y violencia, a veces. Una violencia que bien llevada ayuda a que la fiesta sea más potente. En cuanto al resto de los españoles, yo creo que teníamos un atraso de varios años por las condiciones de nuestra guerra civil, que ahora hemos pasado a estar entre los 10 mejores de Europa y ojalá sucediera con montones de países lo mismo. Para mí es muy triste ver la situación que veo en otros lugares a los que viajo. P. ¿Suele contactar con el paso del tiempo con las gentes que ha fotografiado? R. Siempre que puedo. A veces las fotos no es que sean buenas o malas, es que reflejan momentos únicos y eso tiene un valor impresionante para mí. La cámara, según como tú la quieras utilizar, establece muchos lazos de unión entre las personas, acorta las distancias. P. ¿Qué relación hay entre su trabajo y el periodismo? R. No lo sé. Yo vengo de Bellas Artes y creo que la fotografía para mí ha sido la técnica que más me ha ayudado a contar lo que yo deseaba contar, aunque en realidad cuando comencé no sabía muy bien qué era. Y lo fui encontrando trabajando. Hay mucha gente que me considera periodista, no sé cuál es mi sitio ni me preocupa. Lo que quiero es dejar una buena obra, que cuente cómo han sido unos años en España y en un tema determinado que era muy poco conocido y valorado cuando empecé. No quiero encasillarme en ello, que la fotografía es muy amplia y a mí me gustaría tocar muchos puntos. Estoy a punto de preparar otro trabajo sobre Latinoamérica y la Europa mediterránea y me está costando mucho. No es fácil encontrar lo que quiero. Si hubiera que llamarme de alguna manera creo que el más acertados sería el de fotógrafo documental. Lo que quiero es contar historias con la mayor sensibilidad posible y buscar aquellos temas que a mí me impresionen, que a mí me lleguen. Si tú no sientes lo que estás haciendo, es muy difícil comunicar. P. Hace poco se ha descubierto la obra de un fotógrafo gallego como Virgilio Vieitez ¿Cree que en España puede haber muchos fotógrafos como él en pueblos? R. Sólo he visto lo publicado. Maravilloso. Es la profundidad de un ojo explicado con la mayor sinceridad y de la forma más escueta, más sincera y con menos adornos. Si ha aparecido este hombre hay esperanzas de que puedan aparecer muchos más. Hay historias muy tristes sobre el trabajo de muchos fotógrafos, como llegar a tirar los negativos a un pozo hasta anegarlo.