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Invierno de hierro en China

El recrudecimiento de los juicios políticos en China ha cogido por sorpresa a quienes creían que este país se disponía a entrar poco a poco en la comunidad internacional. Cuando Madeleine Albright llegue a Pekín no encontrará allí ni rastro de las buenas intenciones expresadas por los dirigentes chinos hace seis meses con ocasión de la visita de Clinton. (...) . Nada permitía prever esta olea da de represión. Desde el poder se habían entreabierto algunas puertas. Revistas vinculadas al partido habían abordado la cuestión del pluripartidismo y de la reforma de las estructuras políticas, inmóviles en cincuenta años de comunismo.

¿Cómo el nuevo giro? Algunos atribuyen la repentina dureza del régimen a un freno ante una evolución que se embalaba. (. . .) Las autoridades parecen inquietas. Comienza allí el año de la Liebre, en el que se acumula una serie de aniversarios. .

Hasta ahora, los cuadros comunistas habían sabido controlar el descontento antes de que llegara a ser explosivo. El Estado y el partido se repartían los papeles, encargándose el primero del trabajo sucio(.. .) y el segundo, con los sindicatos y las organizaciones satélites, de intervenir para solucionar los pagos atrasados a los parados y de obtener el castigo de los cuadros más corruptos. (. . .) ..

La oleada de revueltas campesinas, las manifestaciones en provincias y los atentados en las ciudades no presagian nada bueno para unos dirigentes que no tienen otra cosa que ofrecer que sangre, lágrimas y todavía un poco más de paro y de miseria.

, 26 de febrero

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